Todas las grandes artes han tenido su periodo de evolución y desarrollo desde su nacimiento hasta sus manifestaciones más exquisitas y sublimes, que se dan en su apogeo. Así para que existieran grandes obras de la pintura como la " Giconda" o "Las Meninas", al principio tuvieron que aparecer y darse las pinturas rupestres, y con el cine pasa lo mismo, pues no hubieran podido crearse todas las joyas de los historia del séptimo arte si en un principio no se hubieran filmado las primeras películas mudas de la década entre 1900 y 1910, que supusieron que el gran cine comenzara a andar. En aquella época se tenían infinitamente menos medios que ahora y, ya con la invención de la cámara, los primeros directores se pusieron a grabar historietas cortas para entretener a la gente, maravillada con la capacidad de esos aparatos para recoger los movimientos de las personas. Y en esas pequeñas narraciones en imágenes se contaban atracos, crímenes, amoríos, viajes fantásticos y otros muchos hechos y experiencias, que al espectador de hoy en día pueden parecerle burdas, simplonas, muy rudimentarias e incluso ridículas, pero para mí ocurre algo parecido a lo que experimentan los seres humanos cuando se ve a un bebé andar a gatas y dar sus primeros pasos, que aunque sean infantiles y torpes son fundamentales para el crecimiento de cualquier hombre o mujer, y transmiten algo especial que hace hasta esbozar una sonrisa, siendo exactamente esa sensación la que me ha dejado la " Historia de un crimen".
En ella se narra lo que le ocurre a un ladrón y asesino desde que comete los hechos hasta su trágico y "afilado" final en unos cinco minutos escasos. Sin embargo, pese a su escasa duración está realizada con acierto y tiene elementos bastante curiosos, como son la superposición de imágenes o unos escenarios que recuerdan a los dibujos de un libro para niños.
Si cualquiera tiene ganas de descubrir cómo eran las primeras "películas", anteriores incluso a las superpreoducciones de D.W. Griffith, le recomiendo que vea este cortometraje francés y otros como "Un viaje a la luna" o "El gran robo del tren", y que disfrute de estos como mínimo interesantes vistazos a los inicios del cine.