Algo no acaba de funcionar en esta película. Me esperaba mucho más, quizás por los buenos recuerdos que me dejó "Tucker, un hombre y su sueño", así que me ha decepcionado un poco esta historia que prometía tanto. El personaje original creo que daba para una interpretación más potente, pero Kinnear no le saca todo el jugo, o el director no ha sabido exprimir todas las posibilidades.

Quizás el problema es que uno no consigue en ningún momento empatizar o identificarse con Kinnear-Kearns, incluso da la sensación de que la Ford podía tener razón y que el invento de Kearns no fue tan original, y que sólo ganó por las simpatías en el jurado que siempre despierta esa lucha de David contra Goliath, lo que supone un torpedo a la línea de flotación de la película. En suma, que "Destellos de genio" no es "Tucker"...