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España España · Madrid
Voto de amdg:
3
Thriller. Intriga. Comedia 9:00 horas. Un grupo de personas absolutamente heterogéneo desayuna en un bar en el centro de Madrid. Uno de ellos tiene prisa; al salir por la puerta recibe un disparo en la cabeza. Nadie se atreve a socorrerle. Están atrapados.
11 de noviembre de 2017
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
A diferencia de lo que puede leerse en gran parte de la crítica especializada y la del pueblo llano, a mí la película me aburre especialmente en su comienzo, que no me parece en absoluto brillante, sino todo lo contrario: cargante y simplón. A la media hora, uno está deseando que la película termine (pocas cosas peores pueden decirse de una película) y, además, descubres que, si había alguna esperanza de que la historia escondiera algún misterio o alguna originalidad, tú gozo en un pozo: un leit motiv tan inverosímil como insulso (una alarma epidemiológica) intenta sostener la increíble situación que viven los personajes "encerrados" en un bar.
Sin embargo, cuando los protagonistas "bajan" a los túneles del alcantarillado la película recobra fuerza y coge un tono de tensión (que Alex de la Iglesia sabe manejar con oficio); y, así, la historia empieza a desarrollarse entre una suerte de versión de "aventura del Poseidón" y otra de "los diez negritos" (ustedes ya me entienden). Pero siempre acaba apareciendo en escena el personaje del mendigo apocalíptico y gritón, un personaje innecesario que en cada aparición rompe sin piedad cualquier atisbo de tensión que pudiera existir; un personaje cuya presencia en la película vendría a revelar la paupérrima calidad del guión.
Pareciera que, como ocurre en casi todas las películas de Alex de la Iglesia, todo está confiado a una idea supuestamente brillante y original, pero que podría dar, como mucho, para un cortometraje. El resto, paja que inevitablemente debe incluirse si se quiere a toda costa terminar en largometraje.
Finalmente, la historia se deshace en su propia nadería y explota como la pompa de jabón que es, desvelando la auténtica insustancialidad que entraña y la aburrida película que hemos visto.
Ah, una cosa más. Un humilde consejo de sencillo espectador a consagrado director hispánico: no es necesario que los personajes nos vayan contando todo el tiempo lo que está pasando, es decir, hay que huir de los “diálogos explicativos” y no considerar a los espectadores como carentes de entendederas. Esto es cine, o sea, imágenes, y los espectadores “ya lo vamos viendo…”
amdg
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