Coincidiendo con la crítica de Caliyuga, me parece importante agregar que la inferencia antropológica de que la evolución del cerebro humano, en relativamente poco tiempo prehistórico es debida a la ingesta de hongos alucinógenos extraídos de materia fecal, es -al menos- arriesgada y debería tener un tratamiento más profundo. Digo esto porque los documentales de Netflix suelen ser muy vistos -más aún durante la pandemia-, y nunca faltan las personas muy simples y crédulas que abrazan rápidamente ciertas formulaciones potencialmente temerarias.
Asimismo, bien hubiera venido que se informara en este magnífico documental cuáles son las especies venenosas, cosa mencionada muy al pasar.
Sin los sobresalientes recursos audiovisuales de hoy en día, sepan los jóvenes que nunca oyeron hablar de él, que lo relativo al uso chamánico de alucinógenos ya fue abordado hace 50 años por Carlos Castaneda, en su legendario libro "Las Enseñanzas de Don Juan".