Incluso en ese dormitorio azul, como el océano en las profundidades, de sus propios deseos carnales. Dirán que mi comentario es propio de alguien que la vio cuando estaba en plena adolescencia, una etapa en la que películas como esta a veces sirven de aprendizaje, pero aún así se necesita tener esa visión, artística y estética, calado en lo hondo de nuestros pensamientos para valorarla, de esta manera. La imágenes me parecen maravillosas, te introducen en esa época y en ese tiempo en un lugar tan perdido como la pasión de los personajes principales. El final, es propio de una historia que no podría haber perdurado,pero que te dejan con esa sensación de perdida como en la escena final cuando ella llora con la música de piano de fondo, en la oscuridad de la noche, una noche que es tan oscura y desoladora, como su propia existencia.