Teniendo en cuenta que la película tiene más de 30 años cabe decir que para su época debió ser toda una revolución cinematográfica por su mezcla de humor surrealista, hoy en día ha perdido gran parte de su irreverencia y novedad lo cual es normal pero el humor inteligente de este grupo de comediantes nunca perecerá como el de Chaplin o los Hermanos Marx, el problema es que no todo el monte es orégano en este película y algunas escenas de no están al nivel de otras, la escena de los caballeros que solo dicen ni o la del castillo de los franceses no esta al mismo nivel que otras geniales como la del viejo del puente que te formula tres preguntas o la del rescate de la “princesa” por parte de Lancelot, de un inteligentísimo sentido del humor y la ironía, lo cual produce graves altibajos en el ritmo. Algo que pulieron en su siguiente obra, la vida de Brian.