Operación Camarón es una comedia española (y remake de una cinta italiana, que ya me dirás, con el argumento tan simple que tiene…) que estaba destinada a arrasar en taquilla y conquistar al público, siendo una producción de Mediaset (con todo lo que ello conlleva, es decir, una promoción insufrible y agotadora). La película se tuvo que retrasar más de un año por el coronavirus, y cuando finalmente llegó a las pantallas, no fue el éxito que muchos esperaban (en especial los productores), siendo bastante ignorada por el público (a pesar de la machacona promoción).

Curiosamente, la crítica la valoró muy positivamente, tildándola de una comedia fresca y divertida, y la verdad es que estoy bastante de acuerdo, aunque me queda la sensación de que esta simpática comedia podría haber dado mucho más de sí. Pero mejor vayamos por partes.

Carlos Therón se encarga de la dirección, siendo un trabajo perfecto para alguien como él, ya que entre sus trabajos se encuentran series como Los Hombres de Paco o la espléndida Reyes de la noche (que no me cansaré de recomendar), así como comedias como las divertidas Es por tu bien o Lo dejo cuando quiera. Está claro que la comedia es lo suyo, ofreciendo aquí otro trabajo inspirado, siendo seguramente uno de los realizadores más interesantes del panorama español, por lo menos en lo que al género de la comedia se refiere. A destacar las persecuciones y algunos pequeños plano secuencia que confirman que estamos ante alguien que sabe lo que se hace.

El otro apartado que sorprende es el actoral, siendo inesperado que Julián López no sea el más divertido del conjunto, siendo superado por unos secundarios en estado de gracia. En lo que respecta a López, en esta ocasión ofrece un registro más serio y comedido por exigencias de su personaje, aunque tiene las suficientes tablas para cargar con el peso protagónico a sus espaldas. A pesar de ello, es una lástima que no le permitan desmelenarse más, porque ha nacido para ello. Que Natalia de Molina es una estupenda actriz ya lo sabíamos todos (bueno, algún despistado habrá), regalándonos otra gran interpretación, pero quien da la sorpresa es un entregado y carismático Carlos Librado (visto en la fallida Gigantes).

El resto del elenco está a la altura de las circunstancias, como una (como de costumbre) hilarante Miren Ibarguren o el siempre genial Antonio Dechent, aunque considero que se desaprovechan a actores como Canco Rodríguez o Paco Tous, ambos en roles demasiado secundarios. Dicho todo esto, estamos ante un reparto que eleva el nivel del film y logra que la comedia sea todavía más divertida. Y una vez se ha hablado de dos apartados a los que no se les puede sacar ningún reproche, es hora de analizar el guion.

Y es que, lamentablemente, el libreto no está a la altura del resto de elementos, no porque su argumento sea sencillo o sus gags no den en la diana, sino porque hay una extraña combinación de géneros, como si la película quisiese ser muchas cosas al mismo tiempo, juntando comedia, thriller, acción y pinceladas de drama en un mismo cóctel con resultados desiguales.

El problema es que no lo saben mezclar correctamente, pasando de un género a otro de forma muy brusca, hasta el punto de que la comedia que tan bien había funcionado hasta el momento, se abandona en el último tercio, con una trama criminal que no se aborda hasta dicho clímax. Si se hubiesen juntado bien las piezas, estaríamos hablando de una comedia bastante más lograda, porque es graciosa en no pocos momentos (ojo al gag de los tatuajes) y apuesta por una emotividad que funciona muy bien (los personajes son entrañables y lo mejor del film), pero se queda a medio gas por su tono irregular.

En conclusión, estamos ante una película que mereció mejor suerte, en especial teniendo en cuenta que hay bodrios que tienen mucho más éxito y son más aplaudidos (un clásico), y que, a pesar de su errático guion, supone una buena comedia de acción, algo que no abunda en el cine español. La he disfrutado, y nadie me va a convencer de que no es un loable trabajo, pero siempre me quedará la sensación de que podría haber dado más de sí con el material del que disponía. Recomendable, que no es poco.

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