Tras ir a la bancarrota, Sully decide huír a la costa con el resto de su familia mesetaria a otro resort de nombre Na'Vi "Marina D'or". Allí serán víctimas de cierta xenofobia costera, pero también aprenderán las costumbres de la zona y acabarán adaptándose y mezclándose con los locales.

Una de mis situaciones preferidas de la película viene cuando una de las hijas de Sully, obsesionada con Spinoza y Phoebe Bridgers, acude a una LAN party en la cala de Andreu y Paola de La Isla de Las Tentaciones junto con el resto de sus hermanos. Allí se conecta por VPN al servidor del local y provoca la total desactivación del mismo, arruinando treinta y siete partidas de Starcraft: Brood War y padeciendo un ictus isquémico in situ.

Sacando estos pequeños incidentes, entre los cuales está una entrañable amistad entre el hermano menor de los Sully y un proscrito pez albanés hoxhaísta, el film adquiere un tono ciertamente humano y alegre, como el que se respiraba en España cuando el IBEX no paraba de subir.

Por desgracia, todo se tuerce cuando unos pescadores furtivos de peces de los Balcanes, contratados por el CNI y las FCSE, deciden incumplir las cotas pesqueras impuestas por la Unión Europea y masacrar a estos pobres animales mediante técnicas poco ortodoxas como la utilización de dinamita y ultrasonidos.

El objetivo de tal, valga la redundancia, genocidio balcánico, no es otro que capturar al fugitivo mesetario Eduardo Jake "Sully" Zaplana, que se ha encariñado con sus nuevos vecinos de la costa, que en su momento formaron parte de una escisión ecoterrorista del desarticulado Comando Branquia, y que profesan una estrecha relación con estos peces.

Finalmente no quedará más remedio que la confrontación armada, un acontecimiento geopolítico de primer nivel. Esta es posiblemente la parte más divertida e intensa de la película.

Para ser sinceros, servidor no puede decir que se haya aburrido en todo el metraje, aunque me chirrió ese momento en el que los radiólogos informan un TAC cerebral con suma inmediatez para salvar la vida de una joven, y, cuando todo parece estar perdido, la naturópata de guardia expulsa a los verdaderos profesionales del quirofanillo e interviene curando a la paciente con una inverosímil sesión de acupuntura.

En cualquier caso, disfruté enormemente de Avatar: La Huída Inmobiliaria y su repaso de la historia de España reciente. Solo puedo recomendaros encarecidamente su visionado. Un saludo.