Destacan la pareja protagonista Guinness/Holden y la antológica melodía, apoyada por toda una banda sonora que reside en nuestra memoria auditiva.
Esto se enlaza con un escenario particular de segunda guerra mundial, en un territorio de dominio nipón pero en el sur de Asia y en un lugar de escaso desarrollo tecnológico. El resultado son ciento cincuenta minutos con buen ritmo y con los interludios apropiados (entre escenas de contenido visual y de contenido oral).

Tienen particular interés las escenas de reunión ingenieril, que muestran la forma de desenvolverse de unos y de otros.

Un mito. De melodiosos silbidos.