Las pelis de Adam Sandler a veces me divierten mucho, otras se me hacen insoportables y la mayoría de las veces me parecen muy estúpidas.

Pero esta es muy muy buena onda y ya que está en un contexto dirigida para niños pues hasta tiene un mensaje muy lindo que es la seguir creyendo en los finales felices.

Haber, como muchos adultos luego de pasados los 20 como que uno ya ha perdido mucho la ilusión con la que veíamos la vida al principio, por diferentes circunstancias. Esta película lo que hace por medio de las fantasías y la inocencia con que unos niños narran sus historias es hacerte recuperar algo de esa buena vibra.

En mi caso, como extraño los cuentos que me contaba mi abuelita y lo mucho que yo disfrutaba entonces. O cuando veía aquella serie de los 90, El Narrador de Cuentos. Cuando se fue toda esa inocencia, cuando me volví más realista, no sé pero supongo que la única forma de recuprar algo de eso es por medio de los niños, como cuando uno llega a ser padre.

Una de las mejores pelis de Adam Sandler, que seguro los niños la pasarán super viéndola pero también los adultos y por qué no. Apta para grandes y chicos como se suele decir. El Sr. Fizgón, aquel conejillo de indias, es muy gracioso y muy tierno.

Buen feeling, creo que eso la describiría bien.