En el mundo del cine hay películas y personajes que cuentan de antemano con la antipatía del público más exquisito, que, llevado por los prejuicios y por las apariencias, ponen a caldo a una cinta como "Acorralado". Sus argumentos se basan en que la película del archiconocido John Rambo es una clara apología de la violencia, en que el ex-combatiente de Vietnam se limita a pegar tiros a diestro y siniestro.

Nada más lejos de la realidad, cuando en esta primera parte (que debió haber quedado como tal, sin las posteriores continuaciones) el número de víctimas asesinadas por Rambo asciende tan sólo a... una. ¿Cuántos de los que la critican saben esto? Como siempre, muchos se dejan llevar por los prejuicios.

"Acorralado" es la historia de un veterano de la guerra de Vietnam que regresa a su país y, al ver que todos su compañeros boinas verdes han muerto, se replantea su papel en la guerra, una contienda en que fue marioneta de una gente sin escrúpulos que le enviaron a luchar para luego darle la espalda e incluso mofarse de él.

Ante esto, y atormentado por recuerdos de la guerra, el soldado comienza una especie de vendetta personal contra los policías que le persiguen, que le preferirían ver muerto. Él, sin embargo, intenta evitarlos sin derramar sangre, pues ya ha visto demasiada en la guerra (sólo se cobra la vida de uno de sus perseguidores, y porque no tiene otra salida). Y aunque es cierto que a Stallone parece que nunca se le acaban los recursos y que enseña músculo descaradamente, para nada se trata de otro espectáculo de acción vacío.

"Acorralado" (popularmente conocida como "Rambo", personaje creado en la ficción por el novelista David Morrel), se erige como una crítica dura y certera contra la guerra y sus más crudas consecuencias, a la vez que para los menos exigentes sirve como una buena dosis de acción y adrenalina el contemplar a este nacido el 4 de... perdón, el 6 de Julio. Bueno, no se puede tener todo.