Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Chris Jiménez:
8
Comedia Segunda película de los Monty Python, en la que abordan la historia del legendario rey Arturo y de sus caballeros que van a la búsqueda del Santo Grial. (FILMAFFINITY)
1 de febrero de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Arturo, rey de los bretones. Sir. Lancelot, el valiente. Sir. Bedevere, el sabio. Sir. Gallahad, el puro. Sir. Robin, el no tan puro que estuvo a punto de combatir contra el dragón de Angnor, que estuvo a punto de enfrentarse con la malvada gallina de Bristol. Y el llamado Sir. que no figura en esta película.
Juntos formaron un grupo cuyos nombres y hazañas se relatarían a través de los siglos.

A comienzos de los años '70 y tras las dos primeras temporadas del exitoso programa "Flying Circus", el chiflado grupo británico de cómicos Monty Python decidió pasar de la televisión a las pantallas cinematográficas cuando realizaron "And Now for Something Completely Different" (con el escueto y horrible título de "Se Armó la Gorda" en España), una baratísima producción que recopilaba algunos de sus más conocidos sketches dirigida por Ian MacNaughton donde éstos aparecían mezclados sin seguir un orden fijo ni argumento alguno, la cual consiguió ganar popularidad en la época, aunque su paso por la taquilla no fue nada del otro mundo.
Luego, como era lógico, regresaron a los más cómodos territorios televisivos. Sin embargo, entre la 3.ª y la 4.ª temporada del programa, los muchachos optaron por hacer otra película con una sólida historia. Esta vez se centrarían en parodiar las leyendas artúricas y el género de la épica y la fantasía mezclando Edad Media con actualidad de una manera disparatadísima y muy original (y es que lo que a ellos no se les ocurriese...). También significó una experiencia de aprendizaje para Terry Gilliam y Terry Jones, que por primera vez se pusieron tras las cámaras.

Los Python nos trasladan al año 932 d.C., en una Inglaterra feudal de pobreza, injusticia y extraños peligros. Arturo, soberano del reino, busca sin descanso, junto a su fiel escudero Patsy, a valientes caballeros que formen parte de su corte de Camelot; tras esta pequeña empresa donde poco a poco se nos presentarán a los protagonistas y otros memorables personajes de lo más "freaks" (el caballero negro, el "recogedor" de muertos o el campesino obsesionado con las injusticias sociales y políticas del momento), les es encomendada una misión por Dios: nada menos que hallar el Santo Grial, cuyo paradero es completamente desconocido.
Puede adivinarse, habiéndose concebido esta peripecia por el grupo inglés, que la que se va a organizar en esas tierras con Arturo y sus caballeros de la Mesa Cuadrada va a ser de no creérselo, y efectivamente así es. La cantidad de peligros que estos aguerridos y algo poco espabilados hombres deberán afrontar para localizar el Grial no tiene límites (incluyendo un puente de la muerte, unos espeluznantes caballeros que dicen "¡ni!", una maligna bestia que habita en Caerbannog, un grupo de ardientes damas que mora en el castillo de Anthrax y hasta unos soldados franceses con muy mala uva); la corte del rey nos llevará a través de bosques, pantanos, cuevas, llanuras, puentes y castillos, una épica hazaña para encontrar el Grial y salir victoriosos.

Con una notable economía de medios (no tenían ni para caballos, por eso lo de los cocos) pero con muchas ganas de ofrecer una gran aventura, el grupo británico da vida a la que es la obra más descabellada y gamberra de las que realizaron; pese a las semejanzas argumentales y ese humor tan negro, poco o nada tiene que ver el film con la posterior "La Vida de Brian" ni mucho menos "El Sentido de la Vida", de algún modo más elaboradas, de estructura más coherente, por decirlo de alguna manera, y unos diálogos más trabajados, lo que no quiere decir, por supuesto, que la que nos ocupe no los tenga.
Son remarcables las ácidas miradas sociopolíticas donde el grupo hace hincapié en la resignación que sus compatriotas siempre llevaron a cuestas debido a las estúpidas tradiciones monárquicas; sin embargo, el humor de ésta alcanza cotas de absurdez increíbles, ligado esto al humilde presupuesto del que disponían para la producción, cuya traba resolvían usando la imaginación, pues de eso no les faltaba. De todas formas nos brindan una irreverente y amena comedia que guarda descacharrantes diálogos para enmarcar y algunos de los mejores momentos de su carrera en el cine (destacando, al menos para mí, el ataque del conejo).

Cleese, Chapman, Palin y Idle, encarnando decenas de grandes personajes, así como Carol Cleveland o la por entonces esposa de Cleese, Connie Booth, son dirigidos por Gilliam y Jones con oficio, quienes demuestran además sobrado talento a la hora de recrear las atmósferas y la cuidada ambientación y estética formal, a través de las cuales consiguen un medievo sucio, oscuro, grotesco, viscoso y violento en el que nos meten de cabeza, absolutamente realista si fuese despojado de toda la parafernalia más irreal, absurda y fantástica con la que terminan modelando su aventura.
Aventura desarrollada por medio de impagables "gags" encadenados hacia un anticlímax final apoyado en un relato paralelo a la hazaña de Arturo y sus acólitos y protagonizado por un malogrado profesor de historia, que no es sino un enorme pitorreo a toda lógica narrativa y a la propia lógica del espectador (y es que de alguna manera había que acabar con esta peripecia...), los ingleses pondrían la primera de esas tres grandes piedras de la que consta su filmografía. No es la mejor comedia de la Historia del cine, eso está claro, pero hace reír de principio a fin. Es decir, que cumple su cometido a las mil maravillas.

Sí es, de todas formas, la más escandalosamente hilarante parodia que se ha hecho del medievo, conteniendo algunas frases y chistes memorables, a saber: "¡Oiga! ¡Que a una mujer le de por repartir espadas mojadas no es base para un sistema de gobierno!", "Ahora somos los caballeros que dicen "equi, equi, equi, equi, equi, equi, ¡tapaan!", está bien, ¿eh?", "Se hundió en el pantano y construí un tercero; ese se quemó, se derrumbó y se hundió en el pantano" y, por supuesto, la de "Debió morirse mientras lo grababa".
Chris Jiménez
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?

Últimas películas visitadas
Casanova (TV) (TV)
2015
Jean-Pierre Jeunet
arrow