Lo primero que se me ocurre de una nueva versión, la enésima de EL HOMBRE INVISIBLE la inmortal novela de H.G.WELLS, es que se trata hasta la fecha de una de las más distintas, y de una muy libre adaptación a cargo del director y guionista LEIGH WHANNELL.
El comienzo es sorprendente y así durante todo el metraje nos arrastra el personaje, interpretado de manera magistral por ELISABETH MOSS, una mujer que vive en una "jaula de oro" aprisionada por su propio marido, un magnate de la industria óptica, que a su vez es su peor pesadilla y a la que vemos intentar huir y empezar una nueva vida.
A diferencia de mucha gente que la tiene en los altares por Los cuentos de la criada, serie que yo no he visto, yo siempre la recordaré por su adorable papel, en una de mis series fetiche MAD MEN , en esta ocasión su rictus y sus expresiones, van cambiando hasta alcanzar puntos de locura, tan bien expuestos en pantalla que roza la perfección actoral.
Aquí lo que menos se trata es de mostrarnos al famoso hombre que tiene el poder de hacerse invisible ante nuestros ojos, aquí realmente lo que importa es dar visibilidad nunca mejor dicho a esas mujeres maltratadas, y que en su entorno no son creídas, ni siquiera por los propios cuerpos de seguridad, ni familiares, y ahí radica la gran diferencia con otros films de este personaje.
La película para mi modesta opinión no alcanza la excelencia, se nota su bajísimo presupuesto de 7 millones de dólares, con poquísimos efectos especiales, marca de la casa de la productora BLUMHOUSE que gasta poco y recauda mucho, y diría que se trata de un trabajo interesante, pero que no pasará a los anales del séptimo arte.