"Vals con Bashir" me ha parecido asombrosa y desoladora a partes iguales. Son varios los ejemplos de films de animación de temática semejante a la del film de Ari Folman. "Persépolis" (2007) de Marjane Satrapi y Vincent Paronnaud, "La tumba de las luciérnagas" (1988) de Isao Takahata o "Cuando el viento sopla" (1986) de Jimmy T. Murakami son películas animadas muy destacadas en la que el horror de la guerra es plasmado mediante "viñetas".

"Vals con Bashir" va un poco más allá, al darle a su film un aire de documental sobre un trágico suceso acontecido en Líbano. Folman reconstruye a partir de un sueño de un compañero que luchó junto a él en el Líbano, la trágica matanza de refugiados palestinos en los poblados de Sabra y Chatila.

El film arranca con mucha fuerza y no decae hasta el trágico final del documental. La técnica de la animación es sorprendente. El dibujo de Folman está lleno de vida, a pesar de retratar a los soldados como instrumentos inconscientes de guerra, como almas perdidas que vagan bajo la metralla.

El uso de la animación es acertadísimo, no creo que sea un instrumento para suavizar una masacre, sino más bien, un método de dotar al film de un dinamismo que hubiera sido imposible dar con imagen real. El resultado final es sobresaliente y las sensaciones que deja este cruento Vals son de lástima y profunda tristeza. Enmudeces.