Una de esas películas que es imposible olvidar, porque cuando se estrenó, no podía verlo, era apenas un mocoso de 12 años al que no se le permitía ver todavía este tipo de contenido. Sin embargo, cuando ya la pasaron por TV, ya casi a la medianoche, me di "mis modos" y al fin pude verla a escondidas de mi mamá. Y menuda experiencia la que me llevé.

Si bien, aunque no entendía muy bien lo que sucedía en la historia, me encantó ver lo que sucedía, y por supuesto a ese par de protagonistas femeninas que subían la temperatura con cada aparición suya en pantalla. Creo que no hace falta describir en detalles sobre lo que aprendí a hacer mientras veía el film y algunas ocasiones que "religiosamente" acudía cuando volvían a repetirla por el mismo canal y a la misma hora.

Ya después de mucho tiempo he vuelto a revisar este peculiar film y debo de decir que ya "analizándola a conciencia" me he llevado una grata sorpresa de que estaba contemplando no solo un "morboso" film, sino un thriller erótico bien formulado (aunque a ratos con sabor a "hija de su tiempo"), correcto y hasta ingenioso a ratos, que habría pasado desapercibida en taquilla si no fuese porque cuenta con un reparto de figuras conocidas dentro de la industria, quienes aportaban cierto "caché" y por supuesto generaban el interés deseado por sus realizadores y eran el principal reclamo por parte de los espectadores.

Es cierto que se le puede "atacar" al director John McNaughton (si, si, el mismo director de "Henry: Portrait of a serial killer") de pecar en determinados momentos de darle la apariencia de ser un producto demasiado "televisivo", pero creo que esto se lo hace a propósito para despistar y hacer creer que estamos frente a una película "del montón". Cosa que no es así, ya que durante su contenido metraje nunca se pierde el ritmo del relato y jamás aburre.

Ya sobre el reparto destacar a unas jóvenes Neve Campbell y Denise Richards, correctas ambas y como dato curioso durante su escenas "candentes" a la primera nunca se le ven sus senos descubiertos, algo que la segunda si que hace todo lo contrario. A su lado unos igual de correctos Matt Dillon, Kevin Bacon y Bill Murray, nombres ya consolidados (por aquel entonces) y de soporte se dejan ver Theresa Russell, Robert Wagner y Eduardo Yanez.

Que bueno es darse cuenta que de joven me "jalaba el ganso" con algo bastante decente y bien realizado.