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Voto de Espilberg:
6
Acción Traicionado por Vesper, la mujer a la que amaba, 007 se plantea su nueva misión como algo personal. Durante su investigación, Bond y M interrogan a Mr. White, que les revela que la organización que chantajeó a Vesper es mucho más compleja y peligrosa de lo que imaginan. El servicio de inteligencia forense vincula a un traidor del Mi6 con una cuenta bancaria en Haití, donde Bond conoce a la bella pero combativa Camille, una mujer que ... [+]
6 de diciembre de 2008
1 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mi conocimiento sobre el personaje no es muy extenso, pero el personaje de Bond no tiene una personalidad tan profunda como para que alguien pueda conocerlo sin haber visto sus 22 películas (que se dicen pronto): un agente secreto, mujeriego, pero a la vez misógino, armado con gadgets varios, de puntería certera, coche molón, sangre fría y glamour. Un estereotipo, vamos.

Quantum of Solace no malgasta el tiempo en introducciones y explicaciones: va directamente al grano. Si tuviese que elegir un ejemplo, sería muy claro: una montaña rusa. Tiene momentos trepidantes, de emoción absoluta, seguidos de pequeñas paradas que te auguras nuevas experiencias al otro lado de la cima, hasta que la atracción llega el final y sales con una sonrisa en los labios, pero sin la sensación de haber experimentado algo nuevo.

Detrás de toda esta pirotecnia se esconde un guión sólido, pero lamentablemente inferior al de Casino Royale. Indudablemente, quienes se hayan empapado de la película anterior comprenderán más esta película (ese fue mi principal problema ayer, cuando la veían; no me acordaba de la enrevesada trama de Casino Royale). Sin embargo, aun quienes no hayan visto la anterior podrán comprender ésta. El guión tiene un atractivo indudable, recupera algunos de los elementos de la mitología Bond que medio-obvió Casino Royale (como una tecnología que no llegue a fliparse, más lujo y elegancia y el humor clásico, aunque para nada absurdo).La muerte de Vesper se convierte en un hilo conductor que aparece de vez en cuando, para que no nos olvidemos del objetivo de Bond. Aun así, tiene algunas carencias: el villano es insulso, no llega a causar repulsión, su plan no está bien definido (llega un momento en que nos sacan la explicación del agua y nos da igual si quiere robar agua o arena); existen escenas que no guardan ningún sentido con la historia, que perfectamente podrían haberse ahorrado (el asalto de los SWAT, innecesario; la muerte del petróleo, a la que no veo sentido; el escudo humano, momento bochornoso). Por otro lado, en ocasiones citadas tanto despliegue de acción se flipa demasiado (en pocas palabras: no me trago lo del paracaídas).

El personaje de Bond actúa en esta película por cuenta propia, alejado de las órdenes de M. Es un personaje muchísimo más frío y salvaje que en otras películas, durante dos horas no deja de matar a diestro y siniestro. Por una parte esto es comprensible dentro de la historia (un Bond movido por la venganza), pero hay momentos en los que tanta frialdad no tiene sentido (¿asesinar a un agente de la misma organización? ¿qué pinta ese tío ahí?). La chica en esta película cumple una función simple; hacer de contrapeso a Bond, ayudarle y calmarle. Por supuesto, su relación no es eterna.

Hay una buena historia, hay un buen guión, hay fallos a tener en cuenta. Cumple como guión de acción, cumple como guión de Bond.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Espilberg
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