Christopher Nolan vuelve a sorprender con su última película, "Oppenheimer", una épica que atrapa al espectador desde el primer momento y no lo suelta durante sus tres horas de duración. La historia es adictiva, y el tiempo parece volar mientras nos sumergimos en la compleja trama.

Una de las grandes fortalezas de la película es la actuación de Cillian Murphy en el papel de Oppenheimer. Su interpretación es impresionante, mostrando una amplia gama de emociones y sentimientos, desde la alegría hasta la más perturbadora intranquilidad. Sin duda, es un trabajo destacable que podría hacerse merecedor de un premio Oscar.

El personaje de Oppenheimer está magistralmente desarrollado, con un arco narrativo que atraviesa diversos conflictos y abismos. Su transformación a lo largo de la película es notable, dejando en claro el impacto que los acontecimientos tienen en su vida.

No obstante, la película presenta algunos puntos débiles que afectan su conjunto. A pesar de los valiosos mensajes sobre moralidad y los actos realizados, el montaje y ritmo de la película no permiten explotar completamente estos aspectos. Algunas escenas necesitaban más tiempo y calma para enfatizar en los dilemas morales que enfrenta Oppenheimer, pero pasaron de forma fugaz, perdiendo el impacto que se necesitaba en la escena.

Además, la introducción de diversos personajes secundarios agrega subtramas interesantes, pero lamentablemente, algunos de ellos se pierden en el olvido y no reciben el desarrollo narrativo que merecen. Esto genera un bajón en la calidad del guion y la cohesión de la historia.

En cuanto al uso de los sonidos, en general, es adecuado y contribuye a la inmersión en la trama. Sin embargo, en ciertas escenas clave donde se requería un enfoque más profundo en los conflictos morales, la explotación de los sonidos no logra alcanzar su potencial.

Al final es un tema de gustos y preferencias, supongo, no soy ningún experto, sin embargo, en otras obras como las de Lars Von Trier o Andréi Tarkovski, estos conflictos intrapersonales de los personajes, son llevados a un punto extremo que impacta en el espectador; algo que siento, requería ser aplicado para nuestro protagonista y llegar al nivel de una obra maestra del cine.