Para mí, es la obra maestra absoluta del cine español clásico. Lo tiene todo buenísimo: el guión, los actores, los diálogos, etc... mi personaje preferido es Lolita Sevilla, que interpreta aquí a la inolvidable Carmen Vargas "la máxima estrella de la canción andaluza". Y esos momentos inolvidables cuando ella le contesta sin hacer caso a "Manolo Morán", las expresiones: ¡ozú! ¡vaya!, ¡ozú pos claro que lo creo!... La verdad es que lo que dice la "niña" es para morirse, pero de risa por supuesto. Estáis ante un verdadero mito del séptimo arte.