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España España · Las Palmas de Gran Canaria
Voto de Arsenevich:
10
Western El sheriff Chance (John Wayne) encarcela por asesinato al hermano de un poderoso terrateniente que intentará liberarlo por todos los medios. Para impedirlo, Chance cuenta con la colaboración de dos ayudantes: un alcohólico (Dean Martin) y un viejo tullido (Walter Brennan), a los que se une un joven y hábil pistolero llamado Colorado (Ricky Nelson). Todos ellos se encierran en la oficina del sheriff para impedir que el preso pueda ser ... [+]
28 de junio de 2019
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
En mi crítica a «Luna nueva», deliciosa comedia clásica de este mismo director, me arrojé a la piscina sentenciando que me parecía la mejor comedia de todos los tiempos. Otro tanto hago ahora para hablar de «Río Bravo», película que me parece la cumbre del más cumbre de todos los géneros: el Western. ¡Qué difícil sería tener que elegir un solo Western para llevarnos a la famosa y proverbial isla desierta! En todo caso, creo que solo con permiso de «Centauros del desierto» me permitiría elegir otra que no fuera la inmortal «Río Bravo».

Si algo ha caracterizado a Howard Hawks (además de su perfección formal, de su tremenda versatilidad para encarar con maestría los más diversos géneros, la elegancia de su estilo, su muy acertada elección de actores…, en fin, todo un abanico de virtudes) es su capacidad para subvertir o transgredir las normas básicas de muchos de los géneros que tocó y en los que creó verdadera escuela. Le pegó un importante revolcón a la comedia clásica con películas como «La fiera de mi niña» (1938), «Luna nueva» (1940) o «Bola de fuego» (1941); posteriormente implantó unas nuevas normas estructurales en el cine negro con «El sueño eterno» (1946); además, ya había inventado el cine de gánsteres con «Scarface, el terror de hampa» (1932), con lo cual probablemente estemos hablando del cineasta total. Y esta afirmación gana fuerza cuando vemos que en 1959 se dispuso a contar una especie distinta de historia del Oeste, ya que en ese aspecto «Río Bravo» se desmarca claramente de muchas de aquellas películas que son referencia en el género.

«Río Bravo» nos ofrece una excelente historia ambientada en tres escenarios básicos: el hotel, la cárcel y la calle principal del pequeño pueblo que da nombre a la película. El abanico de personajes nos entrega a un sheriff comprometido y testarudo (mítico John Wayne, como de costumbre) y a un grupo de ayudantes muy dispar: Stumpy, el anciano cascarrabias pero fiel hasta la muerte magistralmente interpretado por Walter Brennan; «Dude», el alcohólico en busca de la redención que se saca de la manga un sorprendente Dean Martin; y «Colorado» Ryan, el joven cantarín pero de gran personalidad que encarna un solvente Ricky Nelson. Los cuatro se propondrán mantener indemne el concepto de justicia en el problemático pueblecito de Río Bravo, donde la fuerza y la influencia social del clan de los Burdette pondrán en jaque la resistencia de estos héroes.

Creo que sería ocioso ahondar en los detalles de la historia que ya todos conocemos. Solo decir que Hawks inventa aquí un nuevo concepto de película del Oeste, que quizá podríamos llamar «Western claustrofóbico», por la opresión que genera la tenaz resistencia de los «buenos» en la oficina del sheriff Chance. También cabe destacar la enorme habilidad del director para introducir una maravillosa historia de amor en la trama gracias al delicioso personaje de «Feathers» (irresistible Angie Dickinson, incluso para el tipo más duro del Oeste). Y también, y no menos importante, la recreación de uno de los mejores tiroteos que registra la historia de este impagable género cinematográfico. La precisión visual del enfrentamiento final bien podría servir como paradigma de la excelencia absoluta del film en todos sus otros aspectos.

Sí: la película favorita de Tarantino y de muchos otros. Uno más de los «mitos hechos celuloide», una película monumental que nos sirve para apreciar lo flexibles que pueden ser algunos géneros cuando lo que se maneja es una buena historia. Una muestra más de la estampa de Wayne y de la genialidad de uno de los cineastas más completos y versátiles de la historia del cine. Tan simple como decir que es, sin duda alguna, el mejor Western de todos los tiempos.

Excelente.

Aclaración importante: cualquiera que revise mis listas podrá comprobar que en todos los casos («Mis películas favoritas», «Mis Westerns favoritos») siempre coloco a «Centauros del desierto» por encima de «Río Bravo», a pesar de lo que afirmo en el título de esta crítica. No se trata de una incoherencia, sino del hecho curioso de que considero que «Centauros del desierto» quizá no sea un Western… Es más: puede que ni siquiera sea una película…
Arsenevich
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