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Voto de Natxo Borràs:
7
Western En Texas, dos años antes de estallar la Guerra Civil Americana, King Schultz (Christoph Waltz), un cazarrecompensas alemán que sigue la pista a unos asesinos para cobrar por sus cabezas, le promete al esclavo negro Django (Jamie Foxx) dejarlo en libertad si le ayuda a atraparlos. Él acepta, pues luego quiere ir a buscar a su esposa Broomhilda (Kerry Washington), esclava en una plantación del terrateniente Calvin Candie (Leonardo DiCaprio). (FILMAFFINITY) [+]
7 de enero de 2013
8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Quentin Tarantino es un revisionista de pro y no de andar por casa. Sabe muy bien lo que hace y si en un “western”, género que no había cultivado pero que le va como anillo al dedo al recurrir a estruendosos temas musicales italianos firmados por maestros como Ortolani o Morricone, aquí se mete de lleno en el género recurriendo al tema de la esclavitud desde Texas, Tennessee o al profundo sur de Mississipi. El recorrido itinerante de sus personajes es la excusa perfecta para que el engranaje de Quentin empiece a funcionar.

Tanto Django (Jamie Foxx) como su protector, el doctor alemán King Schultz (Christoph Waltz) no pretenden ser vengadores justicieros sino hombres de la Ley ante una América que vivía a la vez del Salvaje Oeste como del tráfico de esclavos. Unas contradicciones que se hacen aún más evidentes con la intromisión del personaje de Di Caprio y su fiel sirviente negro interpretado por un soberbio Samuel L. Jackson. Las correrías de nuestros anti-héroes chocan con un sólido conservadurismo de unos sectores esclavistas dos años antes de estallar la Guerra Civil, es decir en 1858.

Y, como otra película de Quentin, ganan fuerza los diálogos y algunas situaciones propiciadas por éstos. Christoph Waltz se convierte en el reverso positivo de su adulado Hans Landa de “Malditos Bastardos” (Inglorious Basterds, 2009) en el rol del dentista y cazarecompensas King Schultz que, como buen alemán fuera de su tierra, evoca el mito de la leyenda germánica acerca de Sigfrido y Broomhilda (aquí también es el nombre de la añorada novia de Django) con lo cual nos hacemos una idea rápida para saber a dónde irán los tiros… Y la violencia.

Lo Mejor: Leonardo Di Caprio
Lo Peor: los tópicos recurrentes que ya nos tiene acostumbrados Quentin
Natxo Borràs
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