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Voto de Natxo Borràs:
9
Musical. Drama En Nueva York, después de trabajar toda la semana en una tienda de pinturas de Brooklyn, Tony Manero (John Travolta) se prepara esmeradamente para disfrutar de la noche del sábado en la disco: se empapa en colonia Brut, se pone una camisa de flores ajustada, pantalones de tela de gabardina y zapatos de plataforma. En la discoteca de moda, Tony deslumbrará a todos con lo que mejor sabe hacer: bailar. (FILMAFFINITY)
20 de octubre de 2011
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tony (John Travolta) trabaja en una tienda de pinturas esperando ansioso a que llegue el fin de semana, cobre su parte para comprarse un bonito traje y se lance a la aventura de la noche con sus amigos dispuestos a triunfar en las pistas de la discoteca de moda, el 2001. Tony lleva consigo ventaja por su particular magnetismo y modo de bailar que atrae a todas las chicas presentes en la pista de baile. Pero una noche se siente atraído por la recién llegada Stephanie (Karen Lynn Garney) a la que intentará seducir con la excusa de participar juntos en un torneo de baile que se celebrará en la misma discoteca. Pero en su entorno social Tony no ve con preocupación lo que ocurre…

La cinta de moda en los setenta. El fenómeno de la música disco no perdonó a la gran pantalla que acumulaba millones gracias a los éxitos de “Tiburon” (Jaws, 1975) de Steven Spielberg; “La Guerra de las Galaxias” (Starwars, 1977) de George Lucas o “Superman” (1978) de Richard Donner. Pero si dichos entretenimientos nos asustaban, impresionaban ya fuese a pie de playa o llevándonos a otros mundos interestelares también era necesario desconectarse sin moverse de la rutina diaria, y sin moverse del barrio. Solamente era necesario mirar el reloj a la aguja de los segundos y esperar que expirara el último minuto de la jornada de trabajo. A continuación a casa, una buena ducha, cenar rápido, otra ducha, embellecerse el cabello con aerosol, ponerse la camisa nueva, embutirse los pantalones para marcar paquete y, venga, a fichar a la disco.

“Fiebre del Sábado Noche” representa esa desconexión, el reflejo de la juventud de la época y que ha perdurado en las generaciones venideras. Los Bee Gees, entonces cantautores se pasaron a la farra que otros profesionales, ya nacidos con esa nueva moda como Donna Summer o el productor Giorgio Moroder, invadían las discotecas con sus temas y readaptaciones pasadas por sintetizadores y focos potentes.

John Travolta representó esa juventud de moda y que tan bien le repercutiría en el posterior musical “Grease”, al lado de su entrañable Olivia Newton John y qye se convertirían en la pareja estelar del momento. Pero en la cinta de Badham, a diferencia del “look” hortera que lució en la película de Taylor Hackford, conocemos a un Travolta dramático y dispuesto a emprender una difícil carrera de altibajos (los ochenta son olvidables con una secuela, “Stayin Alive”, dirigida por Sylvester Stallone) pero que obtendría su agaraciada recompensa al renacer en “Pulp Fiction” (1994) de Qunetin Tarantino, con su extravagante modo de bailar al lado de Uma Thurman.
Natxo Borràs
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