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Voto de Natxo Borràs:
7
Thriller. Acción. Terror. Fantástico Los hermanos Seth y Richard son dos de los criminales más peligrosos de América. Andan huyendo en dirección a Mexico, pues tanto el FBI como la policía de Texas les pisan los talones. Después de tomar como rehenes al predicador Fuller y a sus dos hijos, se dirigen a su destino en su caravana familiar. Tras pasar la frontera, todos pasan la noche en un local de carretera llamado la Teta Enroscada. (FILMAFFINITY)
5 de diciembre de 2012
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Quentin Tarantino y Robert Rodríguez, aclamando sus trabajos mutuamente, unieron fuerzas para cohesionarse en Los Hooligans, un sello que marcó posteriormente otras películas en que la colaboración entre ambos cineastas se hace notar. Pero la mecha que encendió esa pólvora de violencia, explosiones y sangre es “Abierto Hasta el Amanecer”, donde el gamberrismo en los diálogos, las acciones y en el ambiente convierte en un vicioso espectáculo en que se homenajea al cine fronterizo, a Sam Peckinpah y, con un giro radical impropio de un thriller de persecuciones, a las películas de vampiros. Sí., dos películas en una. Y no es el descerebrado proyecto que emprenderían una década más tarde con el “grindhouse” formado por las cintas “planet Terror” (2007) Y “Death Proof” (2007).

Se podría decir que George Clooney, entonces terriblemente popular gracias a su incursión en la serie médica “Urgencias”, entró por la puerta grande en las grandes salas en su papel de vil, canalla y camorrista atracador Seth Gekko que con su hermano Richard (Quentin Tarantino, amiguete que se apunta a la juerga donde la haya) huyen hacia a la frontera con México y pasar inadvertidos se hacen con una autocaravana propiedad de Jacob (Harvey Keitel) un pastor que ha perdido la Fe y sus hijos Kate (Juliette Lewis) y Scott (Ernest Liu).

Pero de la persecución policíaca se pasa al Festival de Sangre. La Teta Enroscada, un bar de carretera para camioneros y motoristas se convierte en la encerrona infernal donde las borracheras, el erotismo resurgente de las strippers (con Salma Hayek y su Satanic Pandemonium a ritmo de La música de Tito & Tarantula). Del mamporrazo a la bestialidad de la sangre, al terror (no puro pero sí gamberro con mucho gore) con los tiroteos y explosivos por doquier que pusieron al dúo Tarantino-Rodríguez en las cotas de la popularidad de la cara fresca y desenfadada del cine de los noventa aunque no tuvieran bastante en realizar proyectos por cuenta ajena.
Natxo Borràs
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