Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Natxo Borràs:
3
Terror Veinte años después de ser acosada por un psicópata, Laurie Strode vive apartada en una pequeña ciudad con el recuerdo permanente de aquella pesadilla. Tiene un hijo de 17 años, trabaja como jefa de estudios en una escuela privada y la fiesta de Halloween está a punto de celebrarse una vez más. (FILMAFFINITY)
3 de noviembre de 2013
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La séptima entrega de la saga “Halloween”, inaugurada magistralmente por John Carpenter en 1978 sin empeño de propagarla pese a su éxito, procuraba ser cansinamente una más de la serie con su tópico esquema de asesinatos a cuchillo y máscara bajo las fauces del temible asesino en serie Michael Myers (más profesional que nunca aunque con un estilo no tan sanguinario como sus competidor Jason Voorhees). Y el hecho es que acabó no siendo cansino, sino extremadamente aburrido en su forma pero con la guinda añadida que se recuperaba dieciséis años después a Jamie Lee Curtis (no olvidemos que su última incursión como Laurie Strode fue en “Halloween II: ¡Sanguinario! (1982) de Rick Rosenthal) porque Donald Pleasence había fallecido un par de años antes y para no echar de menos al doctor Loomis había que “resucitar” y, convertida en una clase de sobreprotegida profesora de instituto privado en la coloreada California, a la sufrida Laurie, también madre de un irresponsable estudiante interpretado por Josh Hartnett que con su novia (Michelle Williams) quieren montarse la gran farra en la noche del fatídico 31 de Octubre sin tener en cuenta que les espera Michael que no se ha olvidado de las antiguas víctimas que dejó escapar.

El responsable de intentarle dar más calidad a ésta secuela (aparte de los esforzados Debra Hill y John Carpenter) es precisamente todo un experto en realizar continuaciones de slashers como “Viernes 13” a quien se le encargó de rodar la segunda y tercera parte en la primera mitad de los ochenta. También rodó con Jamie Lee Curtis, Mel Gibson y Elijah Wood la cinta romántica con apuntes de Ciencia-Ficción “Eternamente Joven” (Forever Young, 1982).

Como dato curioso la veterana Janet Leigh, madre de Jamie Lee, (fruto de su relación con Tony Curtis) aparece brevemente en un encuentro madre-hija que uno no sabe si pretende buscar el chiste fácil o ser emotivo, aunque John Carpenter con mayor fortuna ya la había hecho coincidir en “La Niebla” (The Fog, 1980).
Natxo Borràs
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow