Deja tu mente en blanco, siéntate en la butaca y prepárate porque no vas a poder contener la risa en algunas escenas. No hay más, pero tampoco es que esta comedia china busque otra cosa. Una divertida historia que tiene acabado cómic: trompazos que se curan al instante, villanos muy muy malos, gags absurdos y combates inolvidables entre personajes a los que acabas cogiendo cariño.

En definitiva, una excelente película para estar con los amigos y pasar un buen rato sin más complicaciones.