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España España · Barcelona
Voto de lloryo:
5
Drama Kanji Watanabe es un viejo funcionario público que arrastra una vida monótona y gris, sin hacer prácticamente nada. Sin embargo, no es consciente del vacío de su existencia hasta que un día le diagnostican un cáncer incurable. Con la certeza de que el fin de sus días se acerca, surge en él la necesidad de buscarle un sentido a la vida. (FILMAFFINITY)
27 de marzo de 2018
15 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ikiru no se merece un 8,3. Al comienzo de la película ya hay una tontería manifiesta en el guión: ¿quién es el que le diagnostica cáncer? Un paciente trastornado en la sala de espera. En ningún momento el médico le dice que tiene cáncer.

Dejando atrás esta ridiculez puedo afirmar que la película convence cada vez menos a medida que pasa el tiempo. Hay una gran cantidad de exageraciones con las que la película pierde toda la credibilidad y, sin duda alguna, también su dimensión dramática. Una de estas es la penosa sobre actuación de Takashi Shimura. Es de tal calibre (puede que el lamentable doblaje también colabore) que yo como espectador no tenía ningún inconveniente en que muriera de una vez su personaje (por no decir que lo deseaba).

La inocencia supina de esta película me hace creer que fue un filme dirigido como panfleto moralista para niños y niñas de educación primaria e infantil. No hay complejidad ninguna, solo encuentro personajes planos que representan la maldad y avaricia por un lado (la administración) y por el otro lado la bondad e inocencia (el protagonista, que es sacralizado por impulsar el proyecto de un parque para niños). No encuentro la inteligencia y originalidad propia de Kurosawa por ninguna parte. De hecho puede decirse que esta película, por su condición de panfleto, está destinada a ser un claro ejemplo de cliché barato.
lloryo
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