Esta crítica va a ser tan simple como lo es el objeto de estudio de la película.

Ni sensiblerías, ni apoyo al capitalismo, ni a un falso altruismo, ni a una aparente libertad carente de discriminación. Esto es algo que no llega a ser ni secundario.

Con poder conectar un poco con el protagonista y ver como evoluciona y ante todo, como BAILA...

Como aficionada a la práctica del ballet, no es que admire su técnica, ni el echo de que supere cada objetivo que se le impone a lo largo de la evolución de la trama, ni incluso que tenga la gracia de un español bailando 'El Quijote' . Lo que realmente admiro y agradezco es que se me de la oportunidad de poder ver ese tipo de audición, completa en todo, sin ahorrarse una transicición en el escenario, ni un brazo, ni una pierna, ni saltos , ni giros, etc.. Algo que por ejemplo, quien admire el film "El cisne negro", deberá de admitir que no sucede. En mi caso esperaba ver baile y lo he visto, y estoy tan emocionada que no puedo más que escribir una lluvia de impresiones y sentimientos.

Simplemente por favor, dejar que os llegue, que hay películas que no necesitan tantas cosas cuando tienen una espléndida y generosa, como son los momentos de escenario. He de añadir, que algo que sí que me ha sorprendido es el echo de que hallamos podido ver a nuestro protagonista siendo verdaderamente meticuloso en los pequeños detalles a lo largo de la práctica de la danza; corrigiendo un arabesque, rotando el tobillo hacia fuera, matizando la diferencia entre spaggat y una posición a la segunda, y muchas más. Estas diferencias se las podrían haberse ahorrado y no lo han hecho.


Ha aprendido a que el ballet lo haga libre, incluso cuando lo ha esclavizado y engañado haciéndole creer que sería uno de los 50 niños más felices de china. No hace falta más.