Koreeda ya no tiene que demostrar nada, ocupa el lugar que se merece, pero eso, lejos de acomodarlo, parece servirle como una motivación más que lo impulsa a intentar cosas nuevas. Es cierto que, pese a que la premisa de la película parece de todo menos "típica" de Koreeda, su firma está presente claramente en toda la obra, aunque también es cierto que hay bastantes cosas nuevas que le dan un toque especial y diferente al resto de su filmografía.

Sin entrar en demasiada hondura, sólo quiero destacar que me ha parecido una película sutil y delicada, que no vacía y difusa como algunos críticos han escrito por ahí, y sobre la duración, en ningún momento se me ha hecho larga. La cinematografía es excelente, la música es preciosa, Doona Bae está estupenda, y el final es bastante impactante, al menos para mí. Quizá la única pega que encuentro es el papel tan tangencial que se le concede a los personajes secundarios; es cierto que es una forma muy clara de representar la vacuidad de los encuentros fortuitos que tantas veces se producen en nuestras vidas, pero en el conjunto narrativo de la película algunas veces parecen capítulos inconclusos que, o bien podrían haberse desarrollado un poquito más, o bien podrían haberse eliminado por completo. Salvando esto, me parece un film hermoso y elegante.

PD: No me cabe ninguna duda de que las obras que este autor está todavía por crear serán tan buenas, si no mejores, que las que ya ha hecho. Aún no da signos de anquilosamiento ni de agotarse. Al contrario, y su nuevo proyecto vuelve a apuntar en nuevas direcciones, en este caso hacia la comedia, género que no ha tratado hasta ahora, con lo que las expectativas se disparan de nuevo.