Una cosa está clara desde hace ya un tiempo: Marvel llegó al cine y pretende quedarse mucho tiempo. Ya con sus primeros pasos con La Patrulla X o Spider-Man, o los venideros como puede ser Los Vengadores 2: La era de Ultron, The Amazing Spider-Man 2: El poder de Electro, X-Men: Días del futuro pasado; los universos creados por Stan Lee para adolescentes son ahora reclamo de un público más adulto.

Esto es justo por lo que se quejaba Alan Moore el pasado enero en el blog de Pádraig Ó Méalóid. Arremetía contra el público que ve películas de adaptaciones de cómics o basadas en personajes de los mismos.

Pese a todo ello Capitán América: El soldado de invierno supera con creces a Capitán América: El primer vengador. La interacción con S.H.I.E.L.D. es mucho más palpable desde Los Vengadores pues la película gira entorno a cómo el leal Capitán América los salva de un destino funesto. Steve Rogers se nos presenta como una mole estadounidense capaz de dejarse la piel por su país y defender la libertad.

La película tiene buen ritmo, casi vertiginoso en los momentos de acción que no son pocos en todo el filme. Se respeta la estética de la película Los Vengadores para respetar esa unanimidad colorida que tienen los comics, de este modo se otorga al espectador una continuidad visual a través de la fotografía. Marvel mantiene su línea en todos los aspectos audiovisuales.

Chris Evans es más creíble en este filme en su papel de Capitán América. Samuel L. Jackson refleja esa capacidad de aparecer y desaparecer de la nada que tiene Nick Fury, así como lo combativo que es. Scarlett Johanssonn vuelve en su papel de “Viuda Negra” Natasha Romanoff. Robert Redford hace un papel excepcional que sorprenderá al espectador.

El guion, que dura unos 128 minutos aproximadamente, te tiene en tensión con el ritmo y la acción de la película por lo que se hace corta, entretenida y divertida. Un buen filme para ver en compañía.

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