Como casi todo el mundo, la primera vez que ví esta cinta, yo era un crío. Un niño muy pequeño y sólo recuerdo flashes de Cristopher Reeve ataviado de Superman volando y de su asombroso final. No obstante quedó en mi enterrada la semilla de mi profunda admiración y amor por Superman. En 1995, cuando Cristopher Reeve sufrió su terrible accidente yo contaba con 8 aós y lloré a moco tendido. Pensaba que ya no iba a haber nada más de Superman nunca, que Superman había muerto. La discapacidad de Reeve sin embargo le hizo mostrar que ha sido la persona más digna con diferencia en interpretar al kryptoniano. Si ya de por sí era un hombre comprometido, dedicó el resto de su maltrecha vida a causas nobles como la investigación con células madre o a las ayudas a los más necesitados. En 2004 el gran Reeve nos dejaba. Su impronta en el mundo del cine y en el mundo de los comics quedó profundamente marcada.

He vuelto a ver recientemente esta película y la verdad es que es una cinta mágica, tiene un poder de atracción que resulta fascinante así como ser sumamente hermosa, entretenida y llena de belleza. Contribuye a ello en gran medida Cristopher Reeve, verlo con su sonrisa franca, sus modales educados, su amabilidad sincera y devoción por ayudar al prójimo. Superman en esta película está más icónico que nunca con la genial partitura de John Williams y la más que correcta filmación de Richard Donner que entendió lo que es Superman y lo que significa esta leyenda viva y este mito de la cultura actual.

Cierto es que la película pueda tener cuestiones de argumento que no resistan un análisis profundo, pero ¿y qué más da? Si con ver el vuelo de Superman, la caída de Krypton, la educación que recibe en casa de los Kent, el flechazo con Lois Lane y lo miserable que es Lex Luthor compensan de sobra todo estos fallos.

Es además particularmente hermoso ver a Superman como toda figura apolínea y solar y viendo como resuelve los problemas. Cuando trata con delincuentes comunes no emplea la violencia, simplemente su porte regio basta para detener a los malhechores. La dedicación total y absoluta de Superman para hacer el Bien en todo momento, ya sea en desastres importantes como la caída de un avión o en cosas cotidianas como salvar un gatito. Y es que en esta película es como más y mejor se ha mostrado a Kal El, el último hijo de Krypton, el Hombre de Acero, el Hombre del Mañana, Clark Kent... ¡Superman!