Una película que te provoca un profundo desasosiego. La inocencia de los niños es la causa de que un hombre inocente se vea perseguido y amenazado.

Cuando vi la sinopsis y el actor protagonista, ya decidí que tenía que ver "La Caza". Aunque no me gusta mucho sufrir con los largometrajes, he de admitir que ha sido muy interesante experimentar el miedo y la rabia, así como esa terrible impotencia. ¿Cómo demostrar que un niño no dice la verdad?

Si le preguntas, lo negará. Consecuencia lógica de un abuso. Si no se acuerda, es un bloqueo psicológico producido por un episodio traumático. Consecuencia lógica de un abuso. Si le preguntan directamente, no responderá por vergüenza. Consecuencia lógica de un abuso. Si le preguntan al presunto culpable, lo negará. ¿Qué va a hacer, si no?

Lucas queda atrapado por un comentario fuera de lugar fruto de un pequeño rencor infantil. Una travesura que implica una fotografía pornográfica. El aleteo de las mariposas y el miedo del ser humano provocan que la mentira sea grabada a fuego en la pequeña sociedad.

Además de la interpretación inmejorable de Mikkelsen, el resto de actores y actrices cumplen muy bien y logran conformar un lienzo social para la película que contribuye a la sensación de persecución. Además la película plasma muy bien esa condición humana de asumir e interpretar: personal no preparado saca conclusiones de una conversación con la niña. La presunción de inocencia queda a un lado por lo repugnante del incidente. De repente se pide a los padres que busquen indicios de posibles abusos, y como buenos padres, los encuentran.

La sinopsis revela en parte uno de los mayores atractivos de la película: la disección detallada de un proceso de histeria colectiva. En un pequeño pueblo, donde se conoce todo el mundo. Una muestra de que los seres humanos vivimos dominados por nuestros miedos.

Quizá lo menos creíble de la película es la ausencia en todo momento de personal preparado para tratar estos casos. Más en el SPOILER.

Muy recomendable pese a la angustia.