Ahora lo único que interesa es vender al precio que sea. Cierto es que sería demasiado pretencioso esperar que llegase al nivel del cómic, pero nadie les pedía eso. Quizá sí los fans de Watchmen esperábamos un desarrollo lógico a los acontecimientos con los que concluye la novela gráfica y un método narrativo parecido al de Alan Moore.
Por desgracia poco tiene que ver con los cómics pero eso no es lo peor, aunque fuese distinto podría ser bueno, pero que nos vendan Watchmen cuando en realidad asistimos a una serie de un moderno Ku Kux Klan que usa la máscara de Rorschach es un engaño. Rorschach, personaje que aunque brutal promulgaba los valores de justicia y verdad, los valores de una justicia sinceramente cruel, la única que él entendía podría frenar a los villanos. Usar así su legado es mancillar no sólo la novela gráfica sino las ideas que representaba. Si quieren hacer series comerciales siguiendo los tópicos de moda en la sociedad creen sus propias historias señor Lindelof, es lo que suelen hacer los creadores...