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España España · bilbao
Voto de ernesto:
7
Comedia El ‘Cabesa’ y el ‘Culebra’, siguiendo los pasos del Dioni, deciden dar un gran golpe: atracar una sucursal bancaria y huir a Brasil. Lo que parecía que iba a ser un trabajo sencillo, se complica debido a la irrupción repentina de Fermín, un empresario cincuentón cargado de explosivos, que amenaza con inmolarse y exige la presencia de la televisión para llamar la atención sobre su precaria situación económica. Así pues, un simple atraco, ... [+]
6 de junio de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es curioso comprobar como el cine español ha sorprendido ultimamente con una serie de películas que, al margen totalmente de los cauces habituales de producción, y dirigidas por nombres que nada tienen que ver con las clásicas, y algo apolilladas, vacas sagradas de nuestro cine, han logrado conectar con público y crítica convirtiéndose en un refresco que, si bien no va a conseguir que el cine español salga de su agujero, sí ha logrado que se abran nuevas vías tanto en la producción como en la exhibición, con resultados artísticos más que aceptables. Carmina o revienta, Diamond Flash o la que nos ocupa, El mundo es nuestro, son una alternativa, llena de energía, a ese cine español falto de nuevas ideas.
En este sentido la propuesta de El mundo es nuestro salió directamente de Youtube, donde el Cabesa y el Culebra, personajes protagonistas de la película, ya habían logrado un triunfo importante con sus vídeos. Este éxito llevó a la productora Mundoficción y a su principal impulsor, Alfonso Sánchez, a llevar las aventuras de estos dos personajes al cine. El resultado es la delirante y más que divertida El mundo es nuestro.
El mundo es nuestro es la historia de un atraco. El que los protagonistas de la historia, el Cabesa y el Culebra pretender llevar a cabo en una sucursal bancaria sevillana. En ese instante en el banco hay una fauna humana de lo más variada y rocambolesca. Pero como en toda buena comedia las situaciones más disparatadas siempre son susceptibles de complicarse, y aquí ese momento llega con la entrada en el banco de un segundo asaltante. Este con la idea de hacer volar la sucursal si no se atienden sus exigencias. Mientras tanto en el exterior del banco se monta un circo de tres pistas casi tan disparatado como el que hay dentro, donde la policía y los periodistas se pelean por ver quien tiene la neurona más despistada.
Con estos ingredientes Alfonso Sánchez monta una especie de sainete moderno, con la omnipresente crisis como telón de fondo, donde combina a la perfección los diálogos llenos de ingénio con el gag disparatado, mientras se salta de unos personajes a otros con un ritmo notable. Así demuestra que el tema del momento, la crisis, puede tratarse desde una óptica completamente humorística sin perder nunca el foco.
Además, en ese circo de personajes de lo más dispar encerrados en el banco, ví algo que me hacía recordar a aquella memorable secuencia de Plácido, donde todos los personajes concurrían, sin saber bien como, en un piso donde había fallecido una persona. Salvando las distancias El mundo es nuestro tiene cosas, bastantes, que tanto Rafael Azcona como el propio Berlanga hubieran dado por buenas.
Y por supuesto que a la película le falta más empaque en la puesta en escena, y que el bajo presupuesto se hace evidente a lo largo de toda la película, y que no siempre el humor está al mismo nivel, pero estos son fallos perfectamente asumibles en una ópera prima, y que se ven compensados por todo lo demás.
Mención especial para el desconocido grupo de actores que protagonizan la película, y que con un talento enorme dan vida, ritmo y gracia a una película que hubiera merececido mayor reconocimientos del público, y por qué no, de los Goya.
ernesto
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