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España España · bilbao
Voto de ernesto:
10
Drama Continuación de la historia de los Corleone por medio de dos historias paralelas: la elección de Michael como jefe de los negocios familiares y los orígenes del patriarca, Don Vito Corleone, primero en su Sicilia natal y posteriormente en Estados Unidos, donde, empezando desde abajo, llegó a ser un poderosísimo jefe de la mafia de Nueva York. (FILMAFFINITY)
12 de febrero de 2012
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es imposible no reconocer a Francis Ford Coppola como uno de los mas grandes directores de la historia. Solo alguien verdaderamente grande sería capaz de superarse a sí mismo tras una película insuperable como es El Padrino. Aunque su carrera haya tomado con los años un rumbo irregular, que va desde lo convencional hasta lo extremedamente extremo, su talento está de sobra acreditado al crear una obra de la magnitud de El Padrino II.
Michael Corleone terminó El Padrino convertido en el capo de la familia, después de una apasionante transformación que le llevó de ser el hijo pequeño y tranquilo de Don Vito a convertirse en una persona peligrosa, rebosante de magnetismo y poder, y con el control absoluto de todo aquello a lo que había dado la espalda en su juventud.
Años después Michael se mantiene como lider del clan, ahora instalado en el estado de Nevada, pero controlando los hilos de todo lo que pasa en Nueva York, Florida o Las Vegas. Frío e implacable, su caracter se ha endurecido con los años, y es incapaz de bajar la guardia incluso con su propia familia. Sus relaciones con poderosos mafiosos como el veterano Hyman Roth o el imprevisible Frank Pentangeli le colocan en una situación comprometida que le expone a la justicia, y lo que es peor, a las balas. Sin saber muy bien de donde puede llegar la traición, Michael Corleone tramará un plan encarnizado para acabar con todo aquel que amenace su poder.
Entre tanto, y de forma paralela, se cuentan como fueron los comienzos del legendario Vito Corleone, el Padrino, desde sus primeros años en una Sicilia convulsa, hasta su lento pero seguro ascenso al poder en las fascinantes calles del Nueva York de los años 20. Y es precisamente en esta parte de la película en la única en la que aparece la ciudad de Nueva York, ya que en esta ocasión la historia se desarrolla en otros lugares y en otros decorados igual de apasionantes. El clásico lago Tahoe, la soleada Miami, o la turbulenta Habana revolucionaria, aportan un envoltorio diferente, pero sensacional, a una historia que sigue manteniendo el pulso narrativo de forma majestuosa.
Parecía que la ausencia del mítico Vito Corleone podría dejar coja la historia, pero su hijo, Michael Corleone, se encarga de que El Padrino II siga siendo tan poderosa, o más si cabe, que la primera. La magnética presencia de personajes tan interesantes como los encarnados, soberbiamente, por Lee Strasberg y Michael V. Gazzo hacen que la historia se mueva de forma sinuosa por terrenos ya conocidos, aunque aquí parezcan completamente nuevos. Mientras que el componente familar intensifica su fuerza alcanzando cotas dignas del mismisimo Shakespeare, con uno de los besos fraternales más memorables de la historia del cine.
La complejidad, a todos los niveles, del relato no pesa, no cansa, todo lo contrario. La espiral de acontecimientos absorbe al espectador, que salta de la historia actual a su origen, varias décadas atrás, con una fluidez prodigiosa.
(sigue sin spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
ernesto
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