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España España · bilbao
Voto de ernesto:
8
Romance. Drama Jane Eyre, una muchacha educada en un orfanato y de triste infancia, es contratada por Edward Rochester para trabajar como institutriz de una niña en Thornfield House. La aislada y sombría mansión, así como la inicial frialdad del dueño de la casa ponen a prueba la fortaleza de la joven. Sin embargo, poco a poco empieza a enamorarse de él. (FILMAFFINITY)
8 de enero de 2012
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jane Eyre es uno de esos clásicos de la literatura inglesa que a lo largo de las décadas ha dado una cantidad de versiones importante, tanto para el cine como para la televisión. Hasta ahora yo solo conocía la historia a través de la más que aceptable (al menos así la recuerdo) versión que dirigió el italiano Franco Zeffirelli a mediados de los noventa.
Quince años después ha sido Cary Fukunaga el inesperado director de esta nueva adaptación de la novela de Charlotte Bronte. Y es que la breve trayectoria del director californiano poco hacía presagiar que se decidiría a dirigir un drama romántico como este tras su premiada ópera prima, Sin Nombre, un drama social sobre la emigración, rodado en México.
Con esta historia el director se adentra en un mundo completamente distinto, el de la plácida campiña inglesa, que tras el verdor de los prados y la suave bruma matinal esconde los más turbulentos secretos, esos que atormentan las almas y los cuerpos de quienes los padecen.
La protagonista de la historia, Jane Eyre, comienza la película huyendo desesperadamente. No sabemos de que o de quien huye, pero pronto sabremos que ha tenido una infancia difícil. Despreciada por su tía, vivió una pesadilla en un internado durante muchos años. De allí salió para trabajar como institutriz en la casa de Edward Rochester. Los acontecimientos ocurridos en esa casa han llevado a Jane Eyre al punto en el que nosotros la encontramos. El misterio que se esconde tras esa huida es lo que la película nos irá desgranando poco a poco, de forma intensa y profundamente apasionada.
Quien más quien menos ya conoce los derroteros por los que transcurre la historia, pero, incluso para los ya iniciados, esta nueva Jane Eyre resulta una propuesta novedosa. El enfoque desde el que se cuenta la historia, el carácter decidido e impertuoso de la propia Jane Eyre y una puesta en escena moderna, que deja a un lado los clichés habituales del típico cine británico de época, sin perder ni una gota de su exquisitez, hacen que la película sea fresca y vibrante, algo no muy habitual en este tipo de cine.
La relación que surge entre Jane y Edward Rochester sirve para que, entre otras muchas cosas, el espectador viva algunos de los momentos mas ardientes y románticos que hemos visto en una pantalla en estos últimos meses. Y es que la pareja que forman la menuda, delicada, pero pletórica Mia Wasikowska, y el arrebatador Michael Fassbender es de las que incendian la pantalla. Ya desde su primer encuentro en el bosque, y en los contínuos encuentros y desencuentros a lo largo de la historia, la química entre ellos es de las que derrite el corazón del espectador más duro, y confirma a la joven Mia Wasikowska como una de las actrices mas prometedoras del momento. Del carisma de Michael Fassbender, a estas alturas, pocas cosas nuevas se pueden decir ya. Frente a ellos las notables presencias de Judi Dench o de un crecidito Billy Elliot son casi anecdóticas.
(sigue sin spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
ernesto
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