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España España · bilbao
Voto de ernesto:
7
Musical Adaptación de un musical de Broadway basado en un cuento de Damon Runyon, gran maestro de la literatura picaresca americana. Nathan Detroit (Frank Sinatra), organizador de las partidas más selectas de dados de Nueva York, apuesta mil dólares con uno de los jugadores (Marlon Brando) a que no es capaz de enamorar a una joven puritana que pertenece al Ejército de Salvación (Jean Simmons). (FILMAFFINITY)
15 de marzo de 2014
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras la mediocre (para mí, excelente para el resto del mundo) La condesa descalza, Joseph L. Mankievicz decidió dar un giro de 180º a su carrera dirigiendo la adaptación al cine de un clásico musical de Broadway, Guys and Dolls. Era el primer musical de su carrera, algo que se alejaba totalmente en tono e intención del cine que había dirigido hasta entonces. Tal vez por este motivo, o porque la experiencia no le satisfizo, también acabaría siendo el único.
Ellos y ellas fue un encargo que Mankievicz recibió del productor Samuel Goldwyn, que a su vez le sugirió también la presencia de Marlon Brando, con la intención de romper un poco con el estereotipo clásico de los musicales que desde la propia MGM se hacían en aquella época. Viendo el resultado, está claro que Mankievicz no supo, o no se atrevió, a correr los riesgos necesarios para que esto sucediera, y Ellos y ellas acaba respondiendo a todos y cada uno de los parámetros marcados por los musicales de esa época. En cualquier caso eso no fue impedimento para que la película se convirtiera en un disfrutable espectáculo, en el que tal vez había poco del propio Mankievicz, pero que fue dirigió con mucho oficio.
La historia que cuenta la película está ambientada en un Nueva York colorista, deliciosamente recreado en estudio. En ella Nathan Detroit, un pícaro entrañable que se dedica a organizar partidas clandestinas de dados, necesita urgentemente mil dolares para conseguir un local en el que montar una nueva timba. Para ello hace una apuesta con el seductor y jugador Sky Masterson en la que este tendrá que llevar a cenar a La Habana a la mujer que Nathan le señale. La elegida será una chica tan bonita como puritana encargada del Ejército de Salvación, una organización que trata de llevar por el buen camino a las almas descarriadas.
Con está premisa, adecuadamente aderezada por personajes y tramas secundarias, Joseph L. Mankievicz construye un artificio que combina con gracia el enredo ingenioso e inofensivo con canciones clásicas y vistosos números de baile, todo ello resuelto con ritmo (mejora según va avanzando el metraje), y, eso sí, sin sorpresas que la hagan destacar sobre otras producciones del mismo corte.
De sus cuatro protagonistas solo la estupenda Vivian Blane se mantenía del reparto original que el musical tuvo en Broadway. Para los otros tres papeles principales se contó con tres grandes estrellas, de las cuales la elección de Marlon Brando resultó la más discutida. Y si bien es cierto que carece de una gran voz, y que los únicos pasos de baile que realiza son de una torpeza alarmante, Brando sabe encajar perfectamente en el tono, entre frívolo y entrañable, en el que se mueve la historia. Del carisma y la voz de Frank Sinatra poco se puede decir que esté a la altura de su talento.
Pero quien arrebata con su presencia es Jean Simmons, todo dulzura y encanto, y que en las escenas que transcurren en La Habana se desmelena con un registro cómico que enamora. Además canta y baila perfectamente. Son precisamente esas escenas en una Habana de cartón-piedra lo más brillante de la película, y que culminan con un contagioso número de baile. Este número junto al que transcurre algo más adelante en las impolutas cloacas de la ciudad son una clara demostración del talento sin límite del gran Michael Kidd, principal artífice de algunas de las mejores coreografías jamas rodadas en el cine.
Es de suponer que Mankievicz no se sintió especialmente cómodo dentro del género, tal vez demasiado controlado por la productora, y por ello se limito a hacer las labores de un buen artesano. Pero aunque la película tal vez sea de las más impersonales de su carrera, también hay que decir que resolvió el reto con mucha profesionalidad.
ernesto
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