La anciana profesora Barbara (La siempre solida Judy Dench) y su colega Sheba Hart (Una inmejorable y bellísima Cate Blanchett) se parecen mas de lo que puede parecer, la primera es una solterona estereotípica, apegada a un gato y a su satírica amargura (no puedo negar que me encantan muchos apartes de su relato), y la segunda es una abnegada, pero mas joven y sensual, ama de casa que ve pasar los días junto a su insípida familia y desabrido esposo. En ese sentido ambas comparten soledades extremas y el peso de la rutina y la falta de chispa en sus vidas, cuestión que las lleva a compartir una entrañable amistad.

Hasta ahí "nada nuevo bajo el sol", pero todo se entresija cuando Sheba decide tomar el camino alambricado del romance clandestino con Steven Conolly (Andrew Simpson) uno de sus quinceañeros alumnos, pero mas aun cuando dicha situación es conocida por su amiga, quien la utilizara a favor de sus oscuras y lascivas motivaciones, cuestión que se convertirá en una bola de nieve creciente y descontrolada.

Me ha encantado la enorme fluidez de la película (merece la pena explorar la obra del director Richard Eyre) quien muestra que el dramatismo no requiere per se de silencios y pausas de mas de un minuto. Las actuaciones de las protagonistas son soberbias, he visto mas bella que nunca a la Blanchett -me recordó a Diane Lane en Infidelidad-, y la forma como se trataron temas inherentes a algunas de las mas profundas miserias humanas es bastante acertado. Merece la pena verla.