Ah, pero qué oportunista es Spielberg que en vez de hacerse un documental de nueve horas que van a ver tres monas o una oscura peli de autor europea, insufla con espíritu de tragedia épica (y entretenida) un mensaje al alcance de la comprensión, de la visión y de la conciencia de todo el mundo.

Por encima del bien y del mal, en ocasiones está lo necesario.

Crónica de un luto anunciado: uno más de los intentos que ha hecho el cine por saldar una deuda inmortal e inmoral. Hablar de cine casi parece una vulgaridad. Hablar de las "intenciones" del director, es otra gran vulgaridad. Hablar de formas, cámaras, encuadres y efectismos, es vulgar. Hablar de etnias maltratadas, es vulgar. Eran seres humanos y sufrieron y murieron y fueron violados, castrados, torturados, exterminados y no hay recursos artísticos que puedan hacer que este hecho te revuelva más las tripas.

¿Y victimismo, decís?

Os deseo de corazón que nunca tengais que ganaros vuestro derecho al victimismo como se lo ha ganado ellos.