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España España · Toledo
Voto de Nach42:
9
Thriller. Drama. Comedia Hollywood, años 60. La estrella de un western televisivo, Rick Dalton (DiCaprio), intenta amoldarse a los cambios del medio al mismo tiempo que su doble (Pitt). La vida de Dalton está ligada completamente a Hollywood, y es vecino de la joven y prometedora actriz y modelo Sharon Tate (Robbie) que acaba de casarse con el prestigioso director Roman Polanski. (FILMAFFINITY)
15 de agosto de 2019
48 de 74 usuarios han encontrado esta crítica útil
El hype va a hacer mella en los que esperan una celebración de lo tarantiniano, porque realmente, sin poder decir si es tarantiniana o no, lo que está claro es que es diferente a todo lo que ha hecho.

La película nos presenta a varios personajes en narraciones paralelas, que interactúan y se relacionan con el entorno definiéndose a sí mismos, mientras se construye el homenaje al cine. Mientras la narración salta de un personaje a otro lo que se ve de fondo es lo que cobra verdadera importancia, ya que los personajes no están avanzando en una historia (o al menos no del todo durante la primera parte de la película), sino que se mueven en una foto fija de la industria del cine de los años 60.

Se nos presenta una forma de hacer cine que ha quedado atrás, como se desarrollaban estos rodajes, las relaciones entre los diferentes trabajadores, los problemas y curiosidades que surgían y que nadie ha abordado antes. De hecho, en un momento hay un fallo de racord bestial, muy evidente, que está puesto adrede como acercamiento a la forma de hacer cine de la época, en la que este tipo de cosas eran muy habituales.

En definitiva, el homenaje al cine es evidente, las referencias no paran de sucederse, no paramos de ver secuencias de otras películas antiguas, ficticias y reales, directores míticos a los que Tarantino admira o actores que pasan, se les hace el pequeño homenaje y se marchan para no volver, en secuencias brutales, mención especial a la de Bruce Lee, que es lo mejor que he visto en años en una sala de cine.

Dejando a un lado lo referente a cine dentro de cine, la película sigue a Rick Dalton y su doble de acción en este Hollywood idealizado (para bien y para mal), donde Sharon Tate representa con cada secuencia en la que hace aparición todo lo que este Hollywood es para Tarantino, o al menos todo lo bueno; los bailes, las fiestas, la satisfacción de hacer reír al público, la puerta a resurrección de la carrera de Dalton, Polanski, etc... mientras que la narración que sigue a Rick y Cliff (Brad Pitt) nos enseña el mundo cruel que es en realidad, el cual ha generado a estos dos juguetes rotos, las entrañas de la industria, todo lo que no se ve.

Si dije antes que era diferente a otra cosa que había hecho Tarantino, es porque Tarantino se pone más emocional que nunca, además de plasmar una mirada personal en todo lo que nos muestra. La voz de sus personajes parece más única que en otras películas, en las que varios personajes parece que compartían psicología, y los conflictos y arcos cobran una importancia mayor que la acción y las situaciones "tarantinescas" de violencia, tensión y diálogos eléctricos, que acaban por cobrar más importancia que el arco de los personajes. Aquí es al contrario, lo cual hace que entre esto y la foto fija del cine de la época, la película tenga un tono contemplativo que puede echar para atrás a alguno durante la primera mitad, pero en el largo desenlace se vuelve muy bestia e impredecible, cambiando de género con mucha maestría e imprimiendo dosis de pura tensión e incluso terror.

Pero si se hace grande con algún género, ese es la comedia, la sala de cine no paraba de reírse, lo cual es curioso porque a pesar de tener grandes dosis de humor negro, con la correspondiente secuencia final de ese tipo de violencia que divierte, tiene mucho humor blanco muy bien construido. Creo que podría ser la única película de Tarantino que podría ponerle a mi madre, que se riera, y que no me mandase a la mierda.

Resumiendo, y sin poder tocar todas las bondades de esta gran película, porque habla de muchas cosas, no paran de surgir subtramas y no paran de contrastarse personajes y secuencias que nos dan mucho información, Érase una vez en... Hollywood puede ser la película más personal de Tarantino, la que tiene un tono menos eléctrico que el resto, quizá más maduro, más reposado, y sin embargo una de las más divertidas.

Una declaración de amor al cine plasmada a base de referencias en su contenido, y a base de buen hacer en su forma.
Nach42
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