Siento discrepar tanto con la puntuación de filmaffinity, como con los críticos y personas que ensalzan esta película, pero en mi humilde opinión está absolutamente sobrevalorada. Coincido con los que dicen que el maestro Woody está en decadencia, ya que desde que hizo Match Point, que considero una maravilla de película, no ha levantado cabeza. Vicky Cristina y ahora Si la cosa funciona son dos claros ejemplos de este declive.

La mayor parte del metraje es un absoluto leñazo. El excesivo y reiterativo despliegue de las obsesivas y recurrentes cantinelas del director resultan como un circuito sobrecargado.
El personaje interpretado por Larry David (Woody Allen) se llega a hacer empalagoso, molesto y repelente; la historia está contada de una manera tan poco atractiva que acaba por hastiar. Los soliloquios de Allen, que hace tiempo resultaban originales y graciosos, su sello de identidad, aquí suenan reiterativos y cargantes. El formato teatral le da un aire caduco, pasado de moda, poco variado y sumamente aburrido.

Hacia el final de la película el tema se anima, aparecen más personajes, hay algún gag y alguna situación divertida pero en general no logran salvar la situación: el conjunto resulta muy poco creíble, estereotipado, tonto y fastidioso.

No, señor Woody Allen, la cosa no ha funcionado tampoco esta vez.