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Voto de Alvaro Zamora Cubillo:
9
Drama Franz Biberkopf es un joven homosexual, vulgar, ingenuo y bonachón que, después de trabajar como "Fox, la cabeza parlante" en una feria, gana medio millón de marcos en la lotería, lo que le permite frecuentar círculos gays más selectos. En este exquisito ambiente se enamora de Eugen, hijo de un empresario que posee una imprenta al borde de la bancarrota. Eugen, que ha dejado a su amante, inicia con Franz una relación interesada: en ... [+]
23 de abril de 2017
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ayer vi “Faustrecht der Freiheit” (1975) de Rainer Werner Fassbinder con Rainer Werner Fassbinder, Peter Chatel, Karlheinz Böhm, Rudolf Lenz, Karl Scheydt, Hans Zander, Kurt Raab, El Hedi ben Salem, entre otros. Drama alemán de temática gay, sobre la educación y los principios burgueses, las amistades, las relaciones interesadas y la diferencia de clases; una mirada incisiva en la relación entre el dinero y las emociones, donde el amor es visto como una mercancía que se puede comprar, y dura sólo mientras sea rentable. Nada más cercano a la realidad. El título se conoce en español como “La Ley del Más Fuerte”, y representa una de las obras más emblemáticas y conocidas de Fassbinder, en la que revisita el tema de las relaciones entre explotación económico-cultural, y explotación de los sentimientos en una pareja: Un joven homosexual vulgar, ingenuo y bonachón, que al ganar medio millón de marcos en la lotería, le permite introducirse en los más exquisitos círculos del colectivo gay, donde conoce y se enamora del hijo de un empresario que posee una imprenta al borde de la bancarrota; quien de forma interesada, éste último pretende quedarse con su dinero. Además de eso, trata de cambiarle la personalidad, porque lo considera un tipo vulgar que no tiene modales. La película es el fondo una tragedia, que nos habla del mundo oscuro de la homosexualidad, representado en personajes como Eugen, que se aprovechan de su belleza y posición social, para beneficiarse de otras personas; siendo el ejemplo más contundente y feroz del director, sobre su visión de las relaciones de poder existentes en una pareja, aquellas que convierten al que más ama, en una víctima. En cierto modo, la mirada de Fassbinder no es amable con el colectivo homosexual, pues los muestra vanidosos, interesados y lujuriosos, que lo son; tanto que la película fue presa de las iras del sector, porque aparecen como lo que son en la mayoría de los casos; pero que sean homosexuales es solo un detalle, pues la trama se amplía a las relaciones humanas, que es donde reside el problema, porque es precisamente en ellas donde están los diferentes conflictos, y no en la opción sexual que las caracteriza; y se evidencia que los humanos somos igual de canallas, interesados, avaros e inmisericordes, independientemente de nuestra condición sexual. Aquí, la ingenuidad y el amor de la víctima, lo llevan a un triste final en donde no hay otra salida que la muerte. La moraleja sería, “no pretender ser lo que no se es por naturaleza y educación” Técnicamente tiene una fotografía bastante limpia y luminosa para la época, está muy bien rodada, salvo que en la narración se hizo demasiado larga, en momentos cuesta arrancar, y se vuelve algo reiterativa; pero Fassbinder logra representar las relaciones personales como luchas de poder por ocupar el papel dominante, lo cual aquí toma forma en la pareja, tanto sexual como económica y socialmente. Por ello, en toda su filmografía, sus personajes casi siempre pertenecen a una familia disfuncional, como lo fue la del propio realizador: sufren crisis de identidad, tienen pies de barro, son oprimidos y se venden, se prostituyen para comer o para tener algo propio; o también lo hacen para olvidar o esconder el pasado. A destacar que no hay escenas de sexo, pero sin hay desnudos frontales con total naturalidad, sin ser vulgares. Del reparto, destacan Karlheinz Böhm en un gran papel silencioso pero atento y observador; Peter Chatel como el canalla e interesado ricachón, que como Medusa, hipnotiza por su belleza; y el propio Rainer Werner Fassbinder, que hace un buen papel, tan sufrido como trágico; vía crucis y símbolo de nuestra sociedad trabajadora, donde la libertad individual no se puede comprar o ganar con un premio de lotería, porque esa libertad tiene su propia ley, en “la ley de la jungla” en la que impera La Ley del Más Fuerte. Es desolador que nunca veamos la caída de los poderosos, nunca vimos a Eugen, recibir lo que se merece. Podemos pensar, que todo fue un complot de la burguesía.
RECOMENDADA
NO tendrá nota en Lecturas Cinematográficas.
http://lecturascinematograficas.blogspot.com/
Alvaro Zamora Cubillo
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