Ostras! Mañana tengo que entregar el guión de El Hobbit y ni siquiera me he leído el libro. Eso tuvo que decirse Peter Jackson el día anterior a la fecha límite para con la productora de la trilogía. Y esta crítica no es para con la última película sino para con la trilogía.
Decidido a verlas todas de un tirón cualquier fin de semana que tuviera libre, recordando fresco ese libro que leyese en un par de días por la rapidez de su narración y a pesar de las extensas descripciones, mis esperanzas de ver algo bien adaptado eran nimias por ser lógico para cualquier, no ya sólo fan, sino, persona que hubiera leído El Hobbit que los encargados de la historia le habían metido paja a mansalva.
De estas tres películas sobran dos y una mitad. Entre las luchas entre enanos, elfos, humanos, un mago, un hobbit, orcos,... y todo bicho viviente en la tierra media al puro estilo jack sparrow con sus piratas de caribe, y los eternos, repetitivos y aburridísimos panéos del paisaje neocelandés (hola, soy peter jackson y estas navidades me regalaron un drone que graba en alta calidad), los personajes inventados, o reinventados, y diálogos insulsos, se habría ahorrado tiempo, dinero y no se habría hecho patente esa escasez de talento a la que jackson nos tiene acostumbrados. Sí, acostumbrados. Peter Jackson, cuya única película (de hecho son tres) es el señor de los anillos, no es más que una copia de la versión animada hechas años atrás. Recuerdo una entrevista le hicieran con el estreno de la primera cinta de el señor de los anillos, La Comunidad Del Anillo. En ella decía sentir la necesidad
de realizar como fan una trilogía pues la adaptación de 1978 por mano de Ralph Bakshi (tratando únicamente la trama de los dos primeros libros) era insuficiente y mal rodada (digo que es de animación pero mezcla imagen real con animación). Ralph Bakshi quien hiciera una gran labor y mejor homenaje puso el grito en el cielo, no por las declaraciones de Jackson sino por ver copiadas su película sin el menor descaro: planos, secuencias,... eran en ocasiones calcos a la cinta del 1978. Pero con todo, Jackson hizo un trabajo más que aceptable (si se ve, claro está, las versiones extendidas). Por eso me siento obligado a esta crítica pues ha llevado la historia de El Hobbit a un extremo absurdo, donde las relaciones entre los personajes, la ella amiguita de Légolas con el enano en cuestión cuyo nombre no recuerdo es de coña, los agujeros en el guión, la capacidad de los personajes, todos, de estar dotados con un esqueleto de adamantium, y otros factores mencionados más arriba, me provocan en esta trilogía una pérdida de tiempo finito.
Como apunte de un fan eterno de Star Wars, recuerdo las luchas con otras personas que comparaban El Señor De Los Anillos con Star Wars. En sus reproches recurrían al ataque de los nuevos episodios , I, II y III, de la saga galáctica, como el gran George Lucas merecía una paliza por ello, por profanar tan sagrada obra. Pues si bien no les faltara razón a Peter Jackson deberían ponerlo frente a un pelotón de fusilamiento.

He dicho.