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Voto de Opinator:
1
Terror. Aventuras. Drama Cuatro jóvenes documentalistas se adentran en la selva amazónica, en pleno corazón de América del Sur, para realizar un reportaje sobre las tribus que habitan en esa región, de las que se dice que todavía practican el canibalismo. Debido a la desaparición de los reporteros, dos meses después un grupo de rescate es enviado para averiguar qué ha sido de ellos; lo único que encuentran es el material filmado sobre su terrible fin. (FILMAFFINITY) [+]
2 de septiembre de 2014
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Admitámoslo: esta película representa bastante bien lo peor del cine. Si la esencia del arte encuentra su sentido en sí mismo (el arte por el arte), esta película estaría en las antípodas. No le encuentro equilibrio; es un producto por encima de todas las cosas (incluidos, por supuesto, los escrúpulos).

Imaginemos que un perturbado, como tantos otros, rueda una película sólo para ganar dinero. Algunos de ellos lo hacen vendiendo ñoñerías empalagosas, otros para pillar una buena subvención... y luego están los "genios" como éste que lo que hacen es vender morbo (sí, como toda esa mierda televisiva de máxima audiencia).

En el caso de Ruggero, tuvo la "original" idea de vender muerte (cosa que se lleva haciendo desde hace miles de años). Pero como hoy en día eso de los gladiadores no era legal, pues pensó que podría simular dichas muertes haciendo creer a los espectadores que eran reales. Y ya puestos, como se trataba de vender morbo, consideró muy importante que las muertes fueran lo más truculentas posibles y que se vieran muchas tripas, claro.

Para aderezar la producción le vino al dedillo algo que desde niño debió de parecerle muy interesante: matar animales. Ahí vio el cielo abierto, porque aún no se había regularizado nada al respecto, así que pudieron matar animales a gusto y recrearse como auténticos enfermos.

"Lástima que ninguno de los actores se abriera la cabeza contra un pedrusco accidentalmente", debió pensar en su afán de aumentar el interés por esta cosa. Pero claro, todo fue manteniéndose en el filo de la legalidad. Así que como "desgraciadamente" los sesos humanos y tal eran de mentira, orquestó una gran farsa para hacer creer al público que era cierto y venderlo como tal.

Previo contrato, los actores no podían dejarse ver en público mientras la película siguiera en los cines y cosas por el estilo. De hecho, el director llegó a ser detenido por la policía. Sin duda, se lo curró mucho en lo que a vender mierda bajuna se refiere, y no por ello le voy a aplaudir.

Muchos de los que defienden la película, la consideran más inteligente de lo que parece. La lectura que hacen les lleva a pensar que el director realmente quiere transmitir un mensaje profundo sobre la barbarie de la sociedad moderna, y que los verdaderos monstruos están en la calle y van al cine para ver películas como ésta. Pero todo eso es un supuesto muy bonito que se desmonta en cuando piensas en los animales a los que mataron con máxima crueldad. Es como si una panda de degenerados pretendieran darte lecciones, concluyendo que disfrutas con sus burradas tanto como ellos.

Como ya dije, no voy a negar que siempre hubo gente dispuesta a consumir muerte y destrucción reales, eso es tristemente cierto. Pero creo esta película además fue muy hábil comercialmente llamando la atención de los curiosos y aupándose en la polémica como propaganda. De tal modo que, con el tiempo, su ola arrastró también a muchos cinéfilos que, después de oír su nombre tantas veces, se vieron en la "obligación" de verla para opinar. Aunque, eso sí, luego descubres que esto de buen cine tiene poco (o nada, ¿para qué engañarnos?).

De modo que la jugada le salió muy bien, vale, como a tantos otros que venden sangre y sexo hoy en día. Pero los billetes son para ellos, aquí estamos para juzgar otra cosa.
Opinator
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