El nuevo largometraje de Kike Maíllo, director de la aclamada ‘Eva’, nos trasporta a un oscuro mundo de mafia y violencia con un buen planteamiento pero falto de fuerza en su desarrollo. Una película en la que todo funciona pero que no acaba de convencer, Maillo encaja con destreza las distintas piezas consiguiendo un satisfactorio conjunto con un interesante aunque ya visto argumento, de dinámico ritmo y buenas interpretaciones.

¿Qué es entonces lo que falla? Al acabar de ver ‘Toro’ uno se queda con una sensación agridulce, se digiere con demasiada facilidad, entretiene pero no consigue llegar, un guion demasiado plano y falta de cuidado en los detalles la convierten en una película como tantas otras, la disfrutas tan rápidamente como la olvidas, cumple pero no convence.

En la misma línea se mueven sus interpretaciones, un reparto de renombre con Mario Casas, y Luis Tosar que si es cierto que encajan bien pero lejos quedan de conseguir brillar en sus respectivos papeles. El innato talento de Tosar le impiden realizar una mala actuación pero sus fans añorarán al Luís tan sólido como potente de ‘Celda 211’ o ‘Mientras duermes’. Casas sin ser el actor más proclive del cine español logra salvar el papel de manera convincente dentro de sus limitaciones, los que le tachan de inexpresivo y falto de dotes interpretativos descubrirán que en esta ocasión es José Sacristán el que encaja perfectamente en ese rol.

‘Toro’ es una buena película que podría haber sido mucho más, se deja ver pero posiblemente no la repetirás, una cinta que nos adentra en un camino que pretende ser duro, desgarrador y oscuro pero que se queda a medio camino de todo. Un manjar cuya falta de sal y condimento acaba desaprovechando una buena materia prima, puede que sacie tu apetito pero te dejará con las ganas de haber degustado un exquisito bocado.

Lo mejor: todo cumple de manera tan efectiva como plana.

Lo peor: su simplicidad y falta de carisma.

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