Y la noche calló definitivamente sobre Shyamalan. El director que nos encandiló tiempo atrás con cintas brillantes que generaron prestigio ( Sexto Sentido, El Protegido, El Bosque...) hace tiempo que cae a un abismo del que no consigue salvarse. After Earth era una posibilidad inmejorable para volver al camino correcto. Un gran presupuesto para hacer una película decente. Y se estrella, otra vez contra la roca mas dura, para cavar un poquito mas su propia tumba como director reconocido.

Su trabajo parte de una idea realmente simple, pero no es eso lo mas criticable, ya que muchas ideas simples acaban siendo buenas películas. Lo peor es que nada o casi nada funciona. El reparto, que recae totalmente en las espaldas de un padre y un hijo tanto en la ficción como en la realidad, es un desastre. Will Smith no llevará nunca esta película como una medalla en su solapa, pero su experiencia hace que salve el pellejo. Lo que no se entiende es lo de Jaden, su actuación es insulsa, el papel le queda enorme, inmenso, para su experiencia como actor y eso hace que la película sea un desastre total, falto de cualquier sentimiento, sea cual sea su naturaleza.

Sino suspende es por sus efectos especiales, que aunque no son nada del otro jueves aportan algo más que los actores protagonistas. Bellos paisajes y animales animados entretienen cuando llega su hora en pantalla. Gracias a ello el sopor es mas fumable.

El director debería meditar sobre su carrera e intentar coger las riendas de nuevo, porque aunque se nota su mano y sus manías en todas sus películas debería saber que en cintas como After Earth no son para nada eficaces.