Pese a que para mí la acusada siempre tiene más relevancia en una película judicial que la mujer del protagonista, es curioso que aquí Alida Valli aparezca por detrás de Ann Todd (de la que tampoco había oído hablar). Ciertamente la italiana es una femme fatale bella en toda regla. Personalmente me recuerda a Vivien Leigh físicamente y en algunas de sus expresiones. Gregory Peck cumple como siempre, pero el personaje de Charles Laughton me parece un tanto antipático (y eso que en "Testigo de cargo" anda que no es gruñón).
En cuanto a la película, creo que se ve perjudicada precisamente por el aspecto sentimental. Y aunque luego intenta remontar el vuelo a partir de las escenas del juicio, se va volviendo previsible y no consigue el suspense ni la incertidumbre para el espectador que por ejemplo Wilder sí logró con la mencionada "Testigo de cargo".
Sí tiene algunos momentos cinematográficos dignos de Hitchcock como la presentación de La Tour entre la penumbra para dar más misterio a un testigo que será clave en el proceso y la panorámica de la sala durante el mismo.
Mi nota: 6,3