Debo decir que es la primera película que veo del célebre Woody Allen. Y me ha encantado, lo que no me ha encantado es leer que ésta película es un "pero" en su carrera ya que él no suele hacer películas así, aún así, debo aplaudirla.

La historia realmente es sencilla, una trama sin mucho más que algo interesante y entretenido, pero el guión la hace una grandísima película, enlaza a las mil maravillas el comiendo con el final con dos imagenes realmente buenas, y el final es tan terrorífico...

Podríamos decir que es un gran guión, sencillo a la vez que ameno y con escenas cortas, que deja un final totalmente inesperado que te hace pensar en el tema a tocar: la suerte. En tres palabras la película transcurre: bonita, obsesiva y terrorífica.

Curioso el guiño de Woody Allen (me gustaría pensar que lo hace queriendo) a Sir Alfred Hitchcock dejando como base de la historia el tenis y ese tercio final de película muy de Sir Alfred.