Aúno en esta crítica a "El Padrino Parte III", mi crítica a las tres cintas.
Puede ser que mi escasa o nula predilección por las historias del hampa sea la que me impida ver la excepcionalidad de la saga de El padrino. O puede ser que no tenga ni idea de cine.
Creo identificar grandes dotes, sobre todo en las dos primeras partes, como el resto de la comunidad cinéfila. Valoro muy positivamente actuaciones, trama y una cantidad significativa de detalles de gran calidad pero... no logro ver la obra maestra del cine que otros ven, quizás con demasiada facilidad.
Sigo viendo del todo innecesario los mofletes artificiosos de Brando, las poses y los gestos forzados, las miradas aviesas, la exacerbada exaltación de la "sicilianidad" que parece empapar a toda la comunidad italo-americana, la voz forzada de Brando en la primera parte, de De Niro en la segunda y de Pacino en la tercera, como si acabasen de desentubarlos.
Quizás sea porque soy de los pocos que empatiza con el papel de Diane Keaton y no con el del resto de la familia.
Quizás los árboles no me hayan dejado ver el bosque.