Hawks no hace más que demostrar, con Rio Bravo, su gran versatilidad en los distintos géneros. Así como ya queda demostrado que es un maestro de la comedia ("La fiera de mi niña" o "Luna nueva" son sencillamente maravillosas), del film noir ("El sueño eterno"), o del drama ("Tener y no tener"), en Rio bravo se muestra también como un artífice del cine sobre el Far West. Se trata, de hecho, de uno de los mejores westerns de la historia del cine: una película atmosférica; una película, como álguien apuntaba en su crítica, de personajes. Este western es una obra maestra a la altura de los de Ford, pese a que no tiene demasiado que ver con el cine de este último.