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Voto de Pablodelaossa:
6
6.7
64,796
Fantástico. Aventuras. Acción
"El Hobbit: La Desolación de Smaug" continua la aventura de Bilbo Bolsón en su viaje con el mago Gandalf y trece enanos liderados por Thorin Escudo de Roble en una búsqueda épica para reclamar el reino enano de Erebor. En su camino toparán con multitud de peligros y harán frente al temible dragón Smaug. (FILMAFFINITY)
13 de diciembre de 2013
467 de 581 usuarios han encontrado esta crítica útil
Voy a empezar mi crítica evitando que tengáis prejuicios sobre ella, evitando que penséis que soy un friki habitualmente cabreado por la adaptación, de esos que no entienden que Tom Bombadil no tenía cabida en la Comunidad del Anillo. Soy un gran fan de Tolkien y de las adaptaciones cinematográficas. Me encanta la trilogía del Señor de los Anillos, pese a sus cambios y a ser infinitamente inferior que los libros. Con la primera parte el Hobbit disfruté como un enano (nunca mejor dicho). Ciertamente estaba demasiado estirada, pero te ofrecía tres horas de entretenimiento sin parangón, alejándose del drama épico de sus predecesoras para ofrecernos una aventura de esas que ya no se ruedan, simple y emocionante. Acepté los cambios, comprendí que metiesen a Azog, que necesitaban un enemigo malísimo que combatir, incluso me gustó la adaptación de Radagast, por mucho que variase del personaje de las novelas. Era una película bastante simple: tres horas de enanos siendo enanos.
Pero esta… es pasarse.
La trama se estira hasta el infinito. Los personajes inventados no vienen a cuento, entorpecen la historia, la ralentizan. Buscan una épica inexistente en el texto original (que recordamos, no es más que un cuento). Jackson no puede olvidarse de la trilogía original y no se da cuenta que lo que tiene entre manos es diferente y no puede ser tratado igual. El personaje de Tauriel es un cortapega de Arwen, sin sentido, metido con calzador. Una pena, porque Evangeline Lilly está estupenda, pero no me la creo. Vergüenza su romance inventado, igualmente sin venir a cuento y que no aporta nada.
Lo mismo pasa con Bardo, un personaje que ha ganado un protagonismo excesivo y que vuelve a poner en evidencia que Jackson no sabe qué inventar y utiliza recursos pasados. En personalidad, en estética y todo, es una mala copia de Aragorn. Toda la parte de la ciudad del lago me aburre, se hace densa y dilatada. Horrible el personaje del gobernador, ese pobre Stephen Fry que no está cómodo con el papel. Y su consejero, otro cortapega de la trilogía anterior, un personaje exactamente igual al de Grima.
Bajo mi modesta opinión, en vez de rellenar con una épica inventada, podrían haber buscado profundizar en las relaciones entre los enanos, de los que simplemente se comenta por encima que algunos son familia. O de Bilbo con ellos. Es más, la película está tan ocupada en prepararnos para un gran desenlace épico que se olvida de lo más importante: del hobbit que le da título. Hay escenas en las que Bilbo es un mero secundario, que no tiene ni un diálogo y que hasta nos olvidamos de él.
No todo es malo en esta película. La escena de los rápidos, aunque muy exagerada, está rodada de maravilla, y resulta fresca y divertidísima. Las referencias ocultas a la trilogía anterior (el cameo de Gimli y de Jackson) son una joya. Y Smaug… toda la escena con Bilbo y Smaug es una maravilla. Lástima que queden enturbiadas por un sentimiento absoluto de decepción.
En definitiva, una saga que se ve muy perdida, sin rumbo, que se nota que no han sabido que hacer exactamente con ella, y que no puede desprenderse de su predecesora.
Pero esta… es pasarse.
La trama se estira hasta el infinito. Los personajes inventados no vienen a cuento, entorpecen la historia, la ralentizan. Buscan una épica inexistente en el texto original (que recordamos, no es más que un cuento). Jackson no puede olvidarse de la trilogía original y no se da cuenta que lo que tiene entre manos es diferente y no puede ser tratado igual. El personaje de Tauriel es un cortapega de Arwen, sin sentido, metido con calzador. Una pena, porque Evangeline Lilly está estupenda, pero no me la creo. Vergüenza su romance inventado, igualmente sin venir a cuento y que no aporta nada.
Lo mismo pasa con Bardo, un personaje que ha ganado un protagonismo excesivo y que vuelve a poner en evidencia que Jackson no sabe qué inventar y utiliza recursos pasados. En personalidad, en estética y todo, es una mala copia de Aragorn. Toda la parte de la ciudad del lago me aburre, se hace densa y dilatada. Horrible el personaje del gobernador, ese pobre Stephen Fry que no está cómodo con el papel. Y su consejero, otro cortapega de la trilogía anterior, un personaje exactamente igual al de Grima.
Bajo mi modesta opinión, en vez de rellenar con una épica inventada, podrían haber buscado profundizar en las relaciones entre los enanos, de los que simplemente se comenta por encima que algunos son familia. O de Bilbo con ellos. Es más, la película está tan ocupada en prepararnos para un gran desenlace épico que se olvida de lo más importante: del hobbit que le da título. Hay escenas en las que Bilbo es un mero secundario, que no tiene ni un diálogo y que hasta nos olvidamos de él.
No todo es malo en esta película. La escena de los rápidos, aunque muy exagerada, está rodada de maravilla, y resulta fresca y divertidísima. Las referencias ocultas a la trilogía anterior (el cameo de Gimli y de Jackson) son una joya. Y Smaug… toda la escena con Bilbo y Smaug es una maravilla. Lástima que queden enturbiadas por un sentimiento absoluto de decepción.
En definitiva, una saga que se ve muy perdida, sin rumbo, que se nota que no han sabido que hacer exactamente con ella, y que no puede desprenderse de su predecesora.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
La película está plagada de incongruencias de guión. Para ejemplo, un botón:
Orcos ninjas paseando por la ciudad como Pedro por su casa, cuando un par de secuencias antes a los enanos les costó horrores infiltrarse en la ciudad. Y claro, como los orcos suelen ser así de discretos y sigilosos, pues nada oye.
Los enanos durante media hora de metraje escondidos en casa de Bardo, para que al final les descubran y no pase NADA.
Kili envenenado por una flecha de Morgûl. O sea, los orcos disparando a mansalva, sin acertar ni una, ¿y justo la que le da es una flecha maldita? O estos orcos son los mejor equipados de la historia, o vaya sobacada.
Legolas y Tauriel haciendo salvamentos en el último minuto para nada esperados. Y matando. Mucho. Demasiado. Sin recibir ni un rasguño. Y surfeando por encima de orcos. No tío, Jackson, no te cueles tanto, que no me lo creo.
Un dragón que puede oler y escuchar a un ser invisible pero no es capaz de detectar a trece enanos sudorosos debajo suya.
Un plan inventado en 2 minutos durante una pelea con un dragón y que consiste en… ¿fabricar una estatua de oro gigante? Y que resulta lo más ineficaz del mundo.
Gandalf, el mago más sabio de la tierra, metiéndose deliberadamente en una trampa que sabe que es una trampa y que no consigue nada con ello, sólo acabar encerrado.
Bilbo tiene un anillo mágico, que mágicamente parece olvidar llevar encima. Dependiendo de la escena que sea, y dependiendo de si al señor Jackson le apetece o no, recordará su existencia. ¿Qué hay una escena muy chula donde orcos les disparan? Nah, ahí no hay anillo. ¿Qué tienen que infiltrarse en una ciudad? Mejor me ensucio de pescado oiga, no vaya a ser que desgaste el anillo.
El final… digno de un judío avaricioso que solo busca llenarse los bolsillos con el dinero del espectador, dejando uno de los peores cliffhangers que he visto nunca. La sala entera exclamó una queja de decepción al aparecer los títulos de crédito.
Y como estas, tantas más que hasta el más tonto de los guionistas percibiría.
Orcos ninjas paseando por la ciudad como Pedro por su casa, cuando un par de secuencias antes a los enanos les costó horrores infiltrarse en la ciudad. Y claro, como los orcos suelen ser así de discretos y sigilosos, pues nada oye.
Los enanos durante media hora de metraje escondidos en casa de Bardo, para que al final les descubran y no pase NADA.
Kili envenenado por una flecha de Morgûl. O sea, los orcos disparando a mansalva, sin acertar ni una, ¿y justo la que le da es una flecha maldita? O estos orcos son los mejor equipados de la historia, o vaya sobacada.
Legolas y Tauriel haciendo salvamentos en el último minuto para nada esperados. Y matando. Mucho. Demasiado. Sin recibir ni un rasguño. Y surfeando por encima de orcos. No tío, Jackson, no te cueles tanto, que no me lo creo.
Un dragón que puede oler y escuchar a un ser invisible pero no es capaz de detectar a trece enanos sudorosos debajo suya.
Un plan inventado en 2 minutos durante una pelea con un dragón y que consiste en… ¿fabricar una estatua de oro gigante? Y que resulta lo más ineficaz del mundo.
Gandalf, el mago más sabio de la tierra, metiéndose deliberadamente en una trampa que sabe que es una trampa y que no consigue nada con ello, sólo acabar encerrado.
Bilbo tiene un anillo mágico, que mágicamente parece olvidar llevar encima. Dependiendo de la escena que sea, y dependiendo de si al señor Jackson le apetece o no, recordará su existencia. ¿Qué hay una escena muy chula donde orcos les disparan? Nah, ahí no hay anillo. ¿Qué tienen que infiltrarse en una ciudad? Mejor me ensucio de pescado oiga, no vaya a ser que desgaste el anillo.
El final… digno de un judío avaricioso que solo busca llenarse los bolsillos con el dinero del espectador, dejando uno de los peores cliffhangers que he visto nunca. La sala entera exclamó una queja de decepción al aparecer los títulos de crédito.
Y como estas, tantas más que hasta el más tonto de los guionistas percibiría.