En esta tercera, culminamos su trágica historia personal. Temáticamente, funciona a la perfección. Vemos su intento por recomponer la familia perdida, pagar por sus errores de joven con mayor sabiduría, y salirse del negocio mafioso de una buena vez.

El enfrentamiento a nuevos poderes y obstáculos, con la calidad, complejidad y el detalle típico en la saga. Las muestras de manejos sucios y corruptos que se exponen, tan ilustrativos como siempre.

Pero inevitablemente tenemos un conjunto nuevo de personajes secundarios ayudando a Michael, que aunque bien escritos, no encantan como los de las primeras. Toman importancia la adolescente hija de Michael (Mary), su amor y ascendente en la mafia Vincent (hijo "ilegítimo" de Sonny Corleone), y su hermana Connie Corleone y fallan en brindar el carisma necesario y sub-tramas a la altura, haciendo del todo algo menos genial, incluyendo el final, que a mí se me hizo más bien largo.